Corría el año 2015 y había un proyecto para hacer el nuevo instituto Valle del Leiva en la zona de Nueva Espuña, una zona de expansión natural del pueblo con buenos accesos. Los fondos FEDER estaban asignados, el proyecto hecho, y todo parecía indicar que la obra se adjudicaría en breve. Sin embargo, 2015 era año electoral y el equipo de gobierno popular cometió el error de creer que era suficiente con hacer una buena gestión de los recursos del Ayuntamiento para repetir.
Los de Alfonso Fernando tenían sus razones para estar orgullosos del trabajo que habían hecho esa legislatura en la que habían heredado un ayuntamiento a meses de no poder pagar las nóminas, y lo dejaban en una situación saneada y con perspectivas de mejora, desde luego, pero, como se suele decir, de nada vale en política “hacer” si no eres capaz de “comunicar”.
Conesa gana la partida “comunicando” mejor y decide que el instituto no puede ir donde lo había puesto el PP, porque si se hiciera inmediatamente parecería que seria un logro del antiguo alcalde, y eso no le venía bien, así que monta una consulta ad hoc (el diseño de las preguntas era para darle un premio al que las hiciera) y lo vuelve a colocar en El Praico. En la Consejería le dicen que ya le vale, claro. Hay que hacer nuevo proyecto, el sitio es peor, no tiene buen acceso, y todos esos problemas que ya conocíamos. Conesa responde que el Ayuntamiento de Alhama se hará cargo de construir los accesos, adecuar el solar, reconducir la rambla, y realizar un pabellón y unas pistas de deportes para dar servicio al instituto (si, varios millones de euros, al fin y al cabo no salían del bolsillo de Conesa). Con todos esos condicionantes, la Consejería vuelve a dar el visto bueno y a recomenzar el tedioso proceso. El Nuevo Valle del Leiva se hará en El Praico.
En febrero de 2018 es anunciado a bombo y platillo que el Pabellón no lo pagará el Ayuntamiento, que lo hará El Ciruelo mediante un convenio. En abril se anuncia que se licita la obra, y el 18 de diciembre se adjudica a una UTE que se compromete a ejecutarla en 7 meses.
El Ayuntamiento, por su parte, retira la pista de skate del Praico y corta la valla de cipreses que la protegía. Hasta aquí, todo bien, y sin embargo, el convenio con El Ciruelo especificaba que se hacían cargo del coste del pabellón si este se hacía antes de febrero de 2020 ¿Alguien lo ve hecho?. Pues eso, El Ciruelo ya no lo paga.
¿Por qué no se hizo? Pues no lo sabemos, pero este 15 de septiembre hubo un acuerdo de junta de gobierno municipal en el que se aprobó un sobrecoste de la obra del pabellón porque tras el movimiento de tierras, el suelo no se corresponde con el que hay descrito en el proyecto, sino que presenta minas y galerías. (Menuda sorpresa).
Mientras tanto, el instituto está licitado y adjudicado, pero se van a encontrar el mismo problema con el suelo que se ha encontrado la UTE del pabellón, con el sobrecoste correspondiente, la necesidad de nuevo proyecto y etc. Es más, aunque se acabara el instituto, este no se abriría hasta que no hubiese pabellón