Los Regantes alertan de la situación crítica por falta de agua

En el último mes, la Comunidad de Regantes de Alhama de Murcia ha cerrado 30 contadores. Y el próximo mes calcula que serán 200 los agricultores sin agua al haber agotado el cupo que les corresponde.

"Es un problema muy grave. No podemos imaginarnos lo que esto nos está originando", afirma Francisco Lázaro Abellán, presidente de la Comunidad de Regantes. Y podría haber sido aún peor si no se hubiera dejado de plantar entre un 30% y un 40% de la explotación hortícola ante las malas previsiones de disponibilidad de agua en el comienzo del año hidrológico.

Esta vez, a la falta de lluvia, se han sumado días de sol muy fuerte seguidos de otros con aire. Esto ha hecho que los agricultores que pensaban sacar adelante su producción con un riego o un riego y medio no lo haya conseguido. Se han visto obligado a llevar a cabo dos riegos y han agotado su dotación.

De momento, la escasez de agua afecta especialmente a las plantaciones hortícolas porque las parras y los cítricos se encuentran en hibernación. El problema para estos cultivos leñosos llegará a partir de mayo si no llueve.

Menos agua del Tajo
Alfonso Romero, secretario de la Comunidad de Regantes, señala que cada año viene menos agua del Trasvase Tajo-Segura. Esta temporada sólo ha llegado a Alhama el 30% de los 10,37 millones metros cúbicos que les corresponden a los agricultores de nuestro municipio.

Escasean las lluvias, hay disponible menos agua del Tajo y faltan infraestructuras para acceder a un agua desalada bastante más cara. La Comunidad de Regantes ya a alertado a los agricultores de esta situación, adviertiéndoles que "la cosa está complicada".

"Hay que mirar gota a gota, tener mucho cuidado con el consumo", afirma Romero, "y si hay que hacer un riego, que sea lo estricto y necesario para mantener la planta, sobre todo si llega el momento en que la sequía también afecta a los cítricos y los parrales".

Son consejos que no son desconocidos para nuestros agricultores. Pero ahora, cada año que pasa, la sequía parece exprimir un poco más a quienes sobreviven bajo la constante amenaza de la falta de agua.