Las dos únicas panaderías existentes actualmente Librilla serán las protagonistas de las fiestas patronales del municipio. Este año, las familias Almagro y Palma ha sido nombradas Pitanceros de Honor, una distinción que han querido compartir con los antiguos panaderos de Librilla: José el hornero y su esposa María, la del ladrón, Maruja Rubio Bastida y Andrés Moltalbán Alcón. Así lo manifestaron anoche, durante la Gran Gala Inaugural de las Fiestas que se celebró en el patio del Colegio Sagrado Corazón.
Maika Martorell, concejala de Festejos, fue la primera en tomar la palabra sobre el escenario instalado para las actuaciones musicales. La edil aprovechó sus intervención para agradecer la colaboración de la Comisión de Festejos y de los técnicos de las concejalías de Servicios y de Deportes en la organización de las fiestas.
En la misma línea, el concejal Antonio Huertas reiteró el agradecimiento a la Comisión de Fiestas y destacó el trabajo realizado por los empleados del Ayuntamiento, a los que calificó de "excepcionales". En concreto, quiso reconocer la labor de Salvador Belchí, Bartolomé Ruiz, Carlos y Francisco Conesa.
A continuación, llegó el turno de homenajear a los Pitanceros de Honor de este año, las familias Almagro y Palma. La alcaldesa Leo Hernández hizo un recorrido por la trayectoria de ambas panaderías, cuya actividad se remonta a décadas atrás en la historia del municipio.
También se llevó a cabo una entrega de menciones en reconocimiento la trayectoria profesional de vecinos y a la labor realizada por entidades y asociaciones.
La primera de estas mensiones fue para Futsal Librilla, que logró el ascenso a 2ªB en la pasada temporada. Además, se destacó la labor que lleva a cabo con las escuelas de fútbol, en las que participan multitud de niños del municipio.
Otra de las menciones de honor fue para Ganadería Ruiz SL, por el trabajo y el esfuerzo cotidiano de esta familia librillana.
Así mismo, se reconocío la trayectoria de Raquel García Hernández, investigadora en el ámbito de la Neurociencia, de Antonio Gonzálvez Hernández, cartero jubilado de Librilla, y de Ángel García Martínez, maestro retirado y ex director del Colegio Sagrado Corazón.
La última distinción fue para la Plataforma para la Defensa de Las Posadas de Librilla.
Antes de concluir el acto, se celebró el tradicional sorteo de los pases para elegir a los vecinos que el próximo martes subirán al balcón del Ayuntamiento para lanzar pitanzas.
Finalmente la alcaldesa Leo Hernández tomó la palabra para desear unas felices fiestas a todos los librillanos y visitantes.
La gala inaugural concluyó con el cielo iluminado por los destellos de las detonaciones de un castillo de fuegos artificiales.
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