Vasijas, denarios y pesas romanas son algunos elementos que se han hallado en las últimas excavaciones en el castillo de Alhama. Las obras de rehabilitación guardan aún muchas sorpresas. Este lunes la dirección arqueológica de la obra ha dado a conocer los últimos hallazgos, durante la visita que ha realizado la alcaldesa de Alhama, Mariola Guevara, y la concejal de Cultura y Patrimonio, María José López.
Algunos de esos hallazgos ha sido una torre en la muralla sur de la que se desconocía su existencia. Pero también se han hallado vasijas casi completas, denarios y pesas de época romana que formaban parte de la muralla, cuyo desplome por el paso del tiempo, ha ayudado a conservar en buenas condiciones.
Con estos hallazgos se va completando el puzzle de lo que fue la Alhama medieval, convirtiéndose en un referente andalusí para la Región y el país, ha destacado los directores arqueológicos, José Baños y Clemente López.
Una torre ¿ciega?
En un principio se vislumbraba un rectángulo de lo que parecía ser una torre rellena sin paredes interiores y sin fondo. Pero las excavaciones realizadas han permitido ver una puerta de acceso al exterior de la muralla sur y una saetera que también haría las veces de desagüe dada la inclinación del terreno. En el interior de la torre, se ha encontrado los encajes de vigas de madera que dividen el espacio en dos plantas diferenciadas.
En la llamada torre intermedia, justo en la entrada acodada del recinto amurallado, es donde se han hallado todos esos elementos (vasijas, pesas y denarios romanos). Ello indica, explica Baños, que en el traslado de los alhameños de Las Paleras al castillo, utilizaron los recursos ya existentes en el mismo cerro para ir llenando de construcciones el interior de la muralla, antes vacía por tener un uso meramente defensivo.
Baños ha recordado que el castillo se construye en el siglo XI, época almorávide, como fortificación para la defensa. A medida que pasan los siglos, ese interior del recinto amurallado se va llenando de construcciones donde los alhameños de antaño hacían su rutina diaria protegidos hasta tiempos de estabilidad y paz que permite la expansión de la población a la falda del cerro.
Es por ello que se va completando un puzzle de esa Alhama medieval, indica Baños, con el castillo como base del poder defensivo y señorial, la vida de la población intramuros y en estramuros en las almunias (similar a las villas romanas), los baños, la mezquita (presumiblemente donde ahora se encuentra la iglesia de San Lázaro) y el cementerio (en Parricas y Corredera).
Todo este conjunto contribuye a pensar en una Alhama andalusí referente para la Región y el país, ha destacado Baños.
No es fácil construir ese puzzle a pie de campo. Una de las dificultades que entraña la investigación arqueológica del castillo de Alhama, señala López, es que en el mismo lugar han pasado diferentes culturas a lo largo de los siglos. El trabajo que más tiempo lleva es dar contexto a los hallazgos que se van encontrando en cada zona.
Hay que tener en cuenta que, parte del viario andalusí que se ha hallado, prácticamente está desaparecido, como otras estructuras que si están sobre la roca y los materiales no son de mucha calidad, se pierden con el paso del tiempo.
Igualmente, a la llegada de una nueva cultura o población a un lugar, ésta reutiliza lo que ya está allí para reconstruir el espacio a su acomodo. Es por ello que la labor del arqueólogo es más compleja al tener que diferenciar qué es lo que se ha reutilizado y lo que no.
Si (
No(
