Todólogos y el asco que dan

Si hay algo que no soporto es precisamente la gente "metomentodo", que no tiene nada en su vida más que ponerse a criticar a diestro y siniestro, qué opina sin saber y que está dispuesta a todo por verte caer. Joder... Después de escribir esto se me vienen a la cabeza esos perfiles de Facebook falsos, tan comunes y penosos aquí en Alhama.

Toda la gente (y el correspondiente circo) que se ha juntado en banda alrededor del juicio de Jhonny Depp me da bastante asco, pero aquellos que se han puesto a filosofar y a aparentar que entienden algo de leyes son los que se llevan la palma. ¿Habrá cosa más triste?

Sé que en este tema me meto en un terreno pantanoso, que muchos y muchas no entienden bien, y podría la gente pensar que hablo de la violencia de género, pero en realidad hablo de la ley.

Ha sido triste estos días entrar a varias redes sociales y encontrarme que muchas personas no han tenido mejor cosa que hacer que utilizar el juicio entre Jhonny Depp y Amber Heard para gritar a los cuatro vientos "¿Veis? ¿Veis cómo no todos los hombres somos unos abusadores?".

Y ante esta pregunta o te ríes o lloras. Como he dicho antes no por el tema de la violencia de género, sino porque hay que ser muy tonto o estar muy desinformado.

Para empezar, porque utilizar el dolor ajeno (en este caso el de Johnny para hacer cualquier tipo de campaña debería dar vergüenza ajena). Y lo segundo es porque precisamente ese argumento reafirma que las leyes y los tribunales que juzgan la violencia de género hacen un trabajo impecable. ¿Por qué? Porque cuando una denuncia ha sido falsa (una inmensa minoría si nos molestamos en teclear en Google los datos) se ha demostrado que lo era, sin llegar a más.

Por supuesto que la presunción de inocencia es innegable, en ningún momento se pretende lo contrario se trate del caso que se trate. Si se arresta al acusado antes del juicio es porque en muchas ocasiones que no se ha hecho la denunciante ha aparecido muerta antes de ver un día más, y para finalizar que no quede ningún hombre o mujer inquieto, denunciar falsamente en nuestro país (y en la mayoría) no sale gratis ni por allí arrimao como decía mi madre.