La primera sesión presidida por Mariola Guevara tras su investidura como alcaldesa a raíz de la dimisión de Diego Conesa se estaba desarrollando con una tranquilidad desconocida en los últimos Plenos. Sin embargo, en el punto octavo del orden del día, el último antes de los ruegos y preguntas, se desató la tensión y el concejal popular Diego Sánchez amenazó con abandonar el salón a raíz de una expresión malsonante que le acababa de dirigir el edil de IU Juan Romero. "No tienes ni puta idea de qué es Comisiones Obreras", le dijo.
Paradójicamente, el enfrentamiento surgió cuando se debatía sobre Marcelino Camacho, el histórico dirigiente de Comisiones Obreras cuyo talante conciliador y ánimo por tratar de llegar a acuerdos le valió el reconocimiento en vida tanto de quienes compartían sus pensamientos como de aquellos con ideas contrarias a las suyas.
Sube la tensión
Por todo ello, concejal Juan Romero defendía que el Ayuntamiento reivindicara la memoria de Marcelino Camacho en el centenario de su nacimiento con diferentes actos y homenajes, entre otros, poner su nombre a una calle o plaza. Ciudadanos y PSOE se mostraron de acuerdo la moción de IU. En cambio, el concejal del PP Diego Sánchez, tras reconocer la importancia de la figura de Camacho en la reciente historia de España, puso en duda algunos aspectos de su trayectoria. Esa parte de su intervención, su oposición a asignar directamente a una calle o plaza el nombre de Marcelino Camacho sin seguir el procedimiento acordado en el Pleno de mayo y el considerar que debía ser CCOO, en lugar del Ayuntamiento, la entidad que homenajeara a quien fue su líder fueron encendiendo los ánimos.
Y finalmente, cuando Sánchez puso en duda el comportamiento del sindicato hacia la figura de su primer secretario general, Juan Romero hizo uso de la expresión malsonante que poco después retiró ante la intención del concejal popular de abandonar el Pleno.
Llega Diego Conesa
Curiosamente, esta escena tuvo lugar a los pocos minutos de entrar Diego Conesa en el Salón de Plenos. El ex alcalde y actual delegado del Gobierno saludó discretamente a un par de personas y se sentó entre el público, en los sillones centrales de la segunda fila. Desde allí pudo contemplar cómo su sucesora en el cargo, Mariola Guevara, capeaba la repentina tormenta. Sin levantar la voz ni perder la calma, como recoge cualquier buen manual de maestro de Primaria, Guevara hizo que las aguas volvieran a su cauce antes de que fuera necesario recurrir al drástico 'rincón de pensar' de Infantil.
Si (
No(
