La alcaldesa de Librilla, Mar Hernández, ha dimitido este martes en el pleno extraordinario de julio tras rechazarse el primer punto del orden del día sobre la propuesta de retribuciones de la alcaldesa y los concejales del Gobierno.
Una propuesta que preveía una retribución mensual de 2.000 euros a la alcaldesa; 1.700 euros al mes para la concejala de Política Social y Dinamización y otros 1.700 euros al mes para el concejal de Espacios Municipales, Medio Ambiente y Recursos Naturales. El cuarto concejal encargado de las áreas de Policía Local y Emergencias no percibiría retribución alguna.
La alcaldesa, antes de la renuncia, ha aclarado que salvo la concejala de Política Social que se incorporaría inmediatamente, la incorporación del resto de ediles del Gobierno municipal sería progresiva, puesto que cada uno de ellos tiene obligaciones en sus respectivos puestos de trabajo. De hecho, la propia alcaldesa se incorporaría una vez le fuera aprobada la excedencia, pues trabaja para la Administración del Estado. En el caso del concejal de Espacios Municipales su retribución hasta final de año sería del 50% hasta su incorporación con dedicación exclusiva en 2021.
A pesar de las explicaciones el portavoz del Grupo Popular, Tomás Baños, ha manifestado el voto en contra de su grupo al no compartir la propuesta de la UPrL, si bien ha manifestado que en la gestión del Gobierno su grupo no pondría “palos en las ruedas” en aquellas propuestas que fueran beneficiosas para el pueblo de Librilla.
Por su parte, el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Huertas, ha sido el más duro en sus intervenciones al criticar que la primera medida de la UPrL fuera “subirse los sueldos”. Huertas ha insistido en que apoyan el cambio de signo en el Gobierno de Librilla, pero no una propuesta de retribuciones que viene a aumentar el coste del equipo de Gobierno en unos 40.000 euros, lo que implica un aumento del 44%, respecto del Gobierno municipal anterior.
Tanto la portavoz del Grupo Progresista (UPrL), Vanessa Galián, como la propia alcaldesa en sus intervenciones han insistido en que las retribuciones propuestas están acordes a la situación actual. Hernández y Galián ha insistido en que los concejales de su grupo municipal no vienen al “Ayuntamiento de Librilla a enriquecerse” y que los sueldos propuestos vienen a responder a la dedicación que tendrán cada uno de los concejales así como a las competencias que asumirán, teniendo en cuenta las múltiples áreas de Gobierno que gestionarán tan solo cuatro ediles.
“La situación personal de cada uno no es la misma que hace cuatro años. El Ayuntamiento está hoy desolado, con mucho trabajo por hacer y trabajar gratis no. No vamos a trabajar en el Ayuntamiento si no son con estas condiciones”, ha remarcado Hernández.
En ese momento, Huertas ha vuelto a tomar la palabra en un ya enconado debate a dos, en el que ambas bancadas se han reprochado la falta de acuerdo hace un año, tras las elecciones municipales, que desembocó en la elección del popular Francisco Rubio como alcalde.
“Si quiere ser alcalde, gane unas elecciones”, ha terminado por espetar Hernández al portavoz socialista, tras recordar que el anterior gobierno redujo la deuda municipal y dejó un superávit de cerca de 900.000 euros.
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