Estos días hemos podido ver el resultado de las primeras dos semanas de confinamiento, es decir de aquellas en las que el confinamiento fue parcial. Si con ello hemos conseguido acercarnos al pico, estas últimas semanas de encerramiento más restrictivo no pueden sino mejorar la situación en cuanto a la epidemia se refiere. Todo esto ha llevado a los platós de televisión, ya sabemos, ese sitio infestado de expertos y licenciados con tres carreras (nótese la ironía), la gran preocupación por un nuevo brote de COVID19. Dentro de que esto es una posibilidad, desde mi punto de vista no tiene que haber mayores riesgos, y considero que, aún con la vuelta a la actividad de algunas industrias, la tendencia seguirá siendo a la baja. Pero entre los comentarios que estos personajes hacían se me quedó grabado uno en la mente: “claro, es que el virus no entiende de clases ni de nacionalidades”. Me dio por reír.
¿Cómo no van a tener nada que ver las condiciones laborales? Por poner un ejemplo, una persona que tenga que irse a trabajar al campo, seguirá ganando el mismo (bajo) sueldo, y además no podrá cumplir con las recomendaciones sanitarias de guardar el confinamiento, en muchas ocasiones sin las protecciones necesarias ni medidas de higiene para evitar el contagio. Esto hemos podido verlo en el caso del Campo de Gibraltar, provincia de Cádiz, con 173 contagiados. Pero lo peor de todo es que estos son los “afortunados”, dado que muchos otros no tenemos siquiera la posibilidad de trabajar. Imagino que estos snobs de las tertulias televisivas tienen dinero de sobra para afrontar todos los gastos, peor es el caso de los que trabajan en la hostelería (como yo), y necesitan su salario para vivir, pagar una hipoteca, comer, pagar luz, agua, etc. ya sabéis, manías que tenemos los pobres. No me quiero imaginar si nos llega a pasar todo esto con la oposición en el gobierno, los cuales votaron en contra de prohibir el despido por el coronavirus y de la hibernación de sectores no esenciales hace escasos días.
Pero me río, todavía más, de aquellos que dicen “es que a mí las cifras de otros países me dan igual, solo me interesan las españolas”. Creo que esta es el “pico” de la pandemia, en cuanto a insolidaridad se refiere. En primer lugar porque hay que ser muy ignorante para afirmar esto, ¿o acaso te crees que el virus va a mirarte el DNI a la hora de contagiarte? Si no se inmuniza y cura la población del planeta puede haber otro brote en cualquier momento, si no que se lo pregunten a los antivacunas. Y lo segundo, ¿Cómo se puede ser tan sumamente insolidario con otros seres humanos? ¿No importan todas esas muertes de EEUU, tan solo porque no tienen derecho a un sistema sanitario en condiciones como el nuestro? Allí la tarifa de tratamiento del virus son unos 40.000 dólares (poco más de 35.000 euros), no sé si la mayoría de los españoles podrían pagar estos gastos, lo que sí que tengo claro es que más de un partido propuso en sus programas electorales, ya cada uno bajo su conciencia vaya con lo votado.
Y así pasan los días, teniendo que despedir a una generación que plantó las bases de nuestro país, que pasó hambre y calamidades, todavía recuerdo como mi yaya me contaba el miedo que pasó, mientras que una parte de nuestro país solo busca sacar rédito político de esta tragedia. Un abrazo fuerte, cuidaos mucho.
Si (
No(
