Música y letras se conjuraron anoche en el concierto de Amorámi para crear un ambiente mágico e íntimo en el Teatro Velasco que muy pocas veces se consigue. Sobre el escenario, vestida de blanco, a veces con una guitarra y otras sólo con su voz, la cantante Franchesca Kalima parecía estar frente a cada uno de los espectadores susurrándole sus letras al tiempo que, de fondo, sonaba el murmullo melódico del resto del grupo.
Desaparecida la distancia, el mensaje reivindicativo de muchas de las letras que componen el disco 'De gusano a mariposa' se hizo mucho más intenso. El tono de voz y la forma en que Kalima interpretó alguno de los temas hicieron viajar al público en el tiempo hasta la canción de autor y las letras reivindicativas de los años 60 y 70.
Anoche, Amorámi desplegó sus alas sobre el escenario del Teatro Velasco ofreciendo al público una variedad de sensaciones, colores y sentimientos con el trasfondo del optimismo y el orgullo de haber conseguido dejar atrás una situación difícil.
A todo ello también contribuyó la lectura de varios textos por parte de Amorámi entre canción y canción; esencia poética en todos los casos, unas veces, manifiestos a favor de la mujer; otras veces proclamas frente al desánimo, contra la desilusión o la tristeza... Las palabras de Kalima no dejaron indiferentes a nadie que las escuchara con atención.
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