Siempre es un orgullo representar a tu país en cualquier deporte. Estas semanas no ha unido el fútbol en toda su esencia. Teníamos ganas de ganar pero el deporte siempre te sorprende.
Una tanda de penaltis de infarto y quedamos subcampeonas. No pudo ser, pero se luchó hasta el final. No pudo ser pero seguís siendo el orgullo de vuestra patria.
Me habría encantado que mis hijos vibrasen en el centro del pueblo viendo la final con la pantalla gigante, como se hace cuando hay fútbol masculino. Esta vez no ha podido ser.
Chicas, seguimos pisando fuerte.