Un gran ambiente festivo, ganas de pasarlo bien y buena música. El Berrock 2024 ha reunido este sábado todos los ingredientes necesarios para conseguir que vuelva a ser un éxito el festival que cada verano acoge la pedanía.
Desde primera hora de la tarde y hasta pasadas las dos de la madrugada, el rock ha sido la banda sonora que todos los asistentes venían buscando.
Los primeros en subirse al escenario instalado en la plaza de la pedanía han sido los componentes del grupo alhameño Kasoomiso. Bajo el sol de media tarde, con la música a tope y las barras funcionando a buen ritmo, el Berrock 2024 ha comenzado pasadas las 18:00 horas.
Luego ha sido el turno de Alapua Rock, que ha tomado el escenario cogiendo el relevo del festival con un público cada vez más animado.
Y minutos más tarde de las 20:00 horas ha llegado el momento de los anfitriones, The Berrock Band. Este año la banda de la pedanía ha contado con la actuación estelar del alcalde pedáneo de Gebas. Paul Stratford ha subido al escenario y se ha bajado poco después tras interpretar una única canción mientras parte del público no dejaba de jalear su nombre.
Después de The Berrock Band y con un público ya totalmente entregado, ha comenzado el concierto de Chorretón, con un rock más radical y acelerado que ha contribuido a subir aún más las revoluciones.
Uno de los momentos más esperados de la noche ha llegado cuando Alejandro Campillo se ha adueñado del escenario para poner en marcha el show de Fenómenos Extraños. Este veterano grupo murciano ha vuelto a demostrar que sus directos son garantía de éxito. El paso de los años, lejos de apaciguar musicalmente a sus componentes, continúan fortaleciendo su carácter punk e irreverente.
Y más allá de la medianoche, cambio de grupo. Los componentes de Greskand, el conjunto que este año cerraba el cartel del Berrock, se han subido al escenario para interpretar nuevas canciones y algunas de las incluidas en sus dos discos anteriores. Su mezcla explosiva de rock, rap, ska y reggae ha sido lo que necesitaba el público para cerrar el festival por todo lo alto después de más de ocho horas de música en un sábado de verano en la pedanía de Alhama de Murcia más rockera y con Sierra Espuña como telón de fondo.