El Auto de Reyes Magos de El Berro se ha representado este año bajo un cielo encapotado de nubes que a ratos han dejado caer una suave lluvia que ha entorpecido la puesta en escena de la obra.
Como cada 6 de enero, este domingo la pedanía se ha convertido en el escenario de la representación por parte de los vecinos de esta obra escrita a mediados del siglo XVIII.
La primera escena, ligeramente pasada por agua, ha tenido lugar en el parking del camping. Allí se han encontrado Gaspar, Melchor y Baltasar. Y luego, tras los diálogos de este primer acto, los tres Reyes Magos, acompañados en todo momento por la música de la Cuadrilla de El Berro, se han dirigido al interior de la pedanía guiados por la Estrella para continuar la representación en la Plaza Mayor tras una corta parada frente al bar La Parra, donde tiene lugar otro breve diálogo.
Ayer, durante esta primera parte y luego en la Plaza Mayor, una suave e intermitente lluvia ha acompañado a los actores y al público. De hecho, los asistentes han tenido que asistir a la mayor parte de la representación resguardados bajo paraguas o al cobijo de ofrecían los aleros de algunas casas. De este modo, tan incómodo ha seguido los espectadores el desarrollo de la obra.
Un año más, Herodes ha mostrado su furia y descontento al conocer que su poder corría peligro por el nacimiento de un Niño Rey dentro de su reino. Antes, dos pastores, Jusepe y Rebeca, han explicado con gracia y humor los acontecimientos que estaban teniendo lugar esos días en Judea con la llegada de los tres Reyes Magos.
Y para concluir, la ermita de El Berro ha vuelto a acoger la escena final, en la que tiene lugar la adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús durante la tradicional misa, que ha vuelto a oficiar el cura Francisco Valero.
Entre los asistentes se encontraban la alcaldesa María Cánovas y el concejal de Pedanías, Pedro José López.