La exhibición de vehículos todoterrenos volvió a demostrar este sábado que es una de las actividades del programa de las fiestas patronales de Las Cañadas que atrae a más público. Además, esta vez ha sido mayor la asistencia de conductores dispuestos a enfrentarse con sus coches a las dificultades del circuito que se diseña cada año.
En esta edición, los principales retos para los todoterrenos consistían en profundos socavones y subidas de pronunciada pendiente. Han faltado los obstáculos de troncos o los formados con ruedas.
En cualquier caso, la respuesta del público ha continuado siendo muy alta. El rugir de los motores, el polvo levantado por las ruedas de los vehículos y el descaro de los conductores para enfrentarse con sus vehículos a situaciones complicadas siguen ejerciendo un gran poder de atracción, especialmente entre la población más joven.