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Somos personas
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Somos personas

Da lo mismo lo que yo diga en este u otros medios. Saldrán los de siempre a ponerme a parir, tratarán de decir cosas retorcidas, a ser posible que me duelan

Por Magdalena Sánchez Blesa

He estado en Ferraz, yo era una gotita en un océano, y si no hubiese estado, se estaría hablando del mismo número de personas que han asistido. Uno más, una menos, qué importa. Pero sí importa, porque cada uno de nosotros y nosotras, ha hecho ese océano pidiendo respeto y educación en las instituciones, en lo personal, en la vida en general. Ya está bien de odio, de gente rabiosa, de perfiles falsos, de insultos y de apaleo. Somos personas, por favor. Y los que somos políticos, no tenemos que aguantar ciertas líneas que se traspasan. Nadie tiene derecho a hacer daño. Eso no es política, eso son intereses que no mejoran la vida de nadie. El insulto no hace política, causa dolor, entristece. Ahora dirán algunas personas en sus comentarios que achaco la buena educación a la izquierda y la mala a la derecha. No, no es eso. He conocido a gente de derechas muy educada y a gente de izquierdas muy maleducada. Pero la reivindicación de hoy en Ferraz era: Basta ya de hacer daño. Somos hermanos pero hemos convertido el mundo en una trinchera. Da lo mismo lo que yo diga en este u otros medios. Saldrán los de siempre a ponerme a parir, tratarán de decir cosas retorcidas, a ser posible que me duelan. No darán su opinión lógica y educada con su pensamiento libre y por supuesto lícito. Irán a matar, a rematar, y se quedarán pensando delante de mi escrito a ver qué palabras me pueden ridiculizar más. No pensarán en mis sentimientos, en mi marido, en mis hermanos ni en mis hijos. Así va el mundo. No argumentarán educada y respetuosamente. No me soportarán, no me tolerarán. De esa gente es de la que hablo cuando digo que han convertido la política y la vida en algo irrespirable. Puedes ser de derechas, de izquierdas o de centro, pero compórtate como una persona.

El epitafio de mi tumba ya lo saben mis hijos:

“He sido muy feliz, os lo aseguro, porque enfermé del cuerpo y no del alma”

Prefiero enfermar de nuevo del cuerpo que llenar de daño a una persona. Se puede hacer política desde el respeto. Y lo dice alguien que debate en la Asamblea Regional. Nunca, jamás en mi vida iré al sitio equivocado. Política, reivindicación, pensamiento, diálogo, propuestas, mociones, preguntas, pero NO al daño personal, NO a herir, NO a insultar, a retorcer, a apalear a las criaturas como si fuésemos muñecos, peleles. Es hora de sacar el Corazón y de ponerlo a pensar. Basta ya de hacer la política sucia y fea. La política es hermosa y limpia si cada uno de nosotros la hacemos.

El cielo es cualquier sitio, pero si lo hace uno…

Y ahora, mi “olé” por los comentarios que aunque difieran, lo digan con respeto y educación.

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