Los alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Librilla continúan con los 15 minutos diarios de protesta antes de comenzar las clases. Y cerca de la mitad de los niños de Infantil no han vuelto a pisar las aulas desde hace veinte días, cuando el viento arrancó parte de la cubierta del pabellón y sus padres consideraron que el centro no reunía las condiciones míninas de seguridad para los pequeños.
Ana Belén Bastida, presidenta del Ampa, ha explicado a Siete Días Librilla que las protestas continúa porque ninguno de los dos problemas está resuelto. Bastida recuerda que la Consejería de Educación les aseguró que las obras de construcción del nuevo colegio se retomarían en noviembre o diciembre. Sin embargo, está finalizando noviembre y no los trabajos permanecen paralizados. Además, los padres temen que tampoco verán a los obreros y las máquinas en diciembre debido a los días de puente a principio de mes y al inicio de las fiestas de Navidad.
Por este motivo, continuarán con los 15 minutos de protesta antes del inicio de las clases en el Colegio Sagrado Corazón. Hasta el 28 de noviembre, estas concentraciones seguirán siendo diarias. Luego se realizaran de manera semanal todos los lunes porque cada vez las mañanas son más frías y los padres no quieren que sus hijos estén tanto tiempo a la intemperie.
En cuanto a las obras en el pabellón de Infantil, éstas comenzaron hace una semana y se prolongarán durante un mes. En este tiempo, parte de los padres han decidido que sus niños vuelvan a clase. Concretamente, 84 de los 154 alumnos matriculados van cada mañana al centro. El resto acude a la aula de conciliación o se queda en casa a cargo de sus familiares.
El Ampa considera que el paballón sigue sin reunir las condiciones de seguridad para los pequeños. Sin embargo, la pasada semana las maestras recibieron la visita de inspectores de Educación que les recordaron que deben seguir impartiendo la materia aunque sólo acuda un alumno. Tras comunicar a los padres esta directriz de la Consejería, parte de ellos decidieron que sus hijos volvieran a clase.
No obstante, el Ampa insiste en que no ve conveniente que los alumnos acudan al centro al mismo tiempo que se realizan los trabajos de reparación de la cubierta. Y alertan de la situación que se está viviendo en los últimos días en los que se ha registrado rachas de viento.
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