La reivindicación de igualdad y las palabras de protesta contra la discriminación femenina han compartido esta noche escenario con instantes de gran emoción durante la entrega de premios por el Día de la Mujer en la Casa de la Cultura. También ha habido momentos para el humor y la risa. De esto último se ha encargado Juana Pérez García, ganadora del tercer premio del Concurso Literario. Su obra, 'Un nuevo despertar' (PDF), combina las palabras liberadoras de una mujer que ha estado oprimida durante toda su vida, con la reivindicación y unas excelentes pinceladas de humor negro y ácido.
Juana Pérez fue la primera galardonada en subir al escenario para recoger su premio de manos del concejal Antonio García. Antes ha tenido lugar la intervención de Nani Navarro, edil de Igualdad. Navarro ha realizado un recorrido histórico en el que ha expuesto la situación social, política y familiar que las mujeres han vivido en diferentes épocas. Su discurso ha permitido contemplar el largo recorrido realizado a lo largo de los siglos, al mismo tiempo que ha recordado que las mujeres aún no han llegado al final del camino en la defensa de sus derechos. Todavía falta seguir avanzando para conseguir la igualdad definitiva entre sexos.
Después de Juana Pérez, ha subido al escenario de la Casa de la Cultura Josefa García Romero, autora de la obra 'Verano del 75' (PDF), que ha merecido el segundo premio. En esta edición la ganadora ha sido Lidia Pérez Díaz con su obra 'Te presento a Tomás' (PDF). El premio joven ha sido para Maite Torres Tudela por su obra 'Desatémonos la conciencia' (PDF).
Emoción y amistad
Los momentos más emotivos de la noche se han producido durante la entrega del Premio Violeta, que este año ha recaído en Pepi García, directora del Colegio Sierra Espuña y presidenta de la Agrupación Coros y Danzas Virgen del Rosario. La alcaldesa Mariola Guevara, maestra en ese miemo centro educativo y amiga personal de Pepi García, ha explicado les méritos que le han hecho merecedora de este reconocimiento en 2019. Abajo, sentada en primera fila, Pepi García escuchaba muy emocionada las palabras de la alcaldesa.
Luego, después de que Guevara le colocara el broche que la distingue como Premio Violeta, Pepi García ha tomado la palabra para advertir, en primer lugar, que iba a tratar de pronunciar su discurso sin que las lágrimas le impidieran continuar. Así se lo había prometido a sus hijas, explicó.
Finalmente, aunque hubo momentos en que parecía que no lo iba a conseguir, Pepi García terminó su intervención tras frenar las lágrimas en varios instantes. En cambio, entre el público sus dos hijas lloraban emocionadas por las palabras de su madre. De hecho, no subieron al escenario para hacerse las fotos hasta que se calmaron un poco. Luego se fundieron con su madre en un caluroso abrazo.
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