Al sanchismo de Alhama, ese sumiso, que calla y mira para otro lado al cierre del trasvase en 2027 por Pedro Sánchez, el que ha cerrado el cuartel de Alhama por las tardes, el que nos tiene sin trenes desde hace varios años, el que vota en contra de que Sánchez construya el tercer carril de la A7 y el que niega todos los años 650 millones de euros a la Región en financiación, le diré que me siento orgulloso de mi etapa como concejal, como alcalde y ahora como diputado.
El sanchismo alhameño, no dice que Paramount era un proyecto privado, como Primafrio, Fruveco o Tahe Cosméticos, por los que también aposté y si se instalaron en Alhama, los proyectos privados unos salen y otros no, pero siempre hay que apostar por ellos.
También se olvidan de las depuradoras de Gebas, El Berro, la ampliación de polígono, la nueva guardería, la ampliación del colegio Virgen del Rosario, cosas que sucedieron durante mi mandato, o el proyecto del nuevo instituto, que por capricho político cambiaron de sitio o por no hablar del nudo de conexión de las 2 autovías, que por sectarismo político, dijeron que no hacía falta y ahora tienen la desfachatez de reclamar.
Todo esto demuestra que siempre he trabajado por mi pueblo y ahora también lo hago desde la Asamblea Regional, con unos presupuestos buenos para Alhama, que recogen inversiones como la ampliación del centro de salud o la climatización del Valle de Leyva y casi 90 mociones presentadas, entre ellas las que afectan a la guardia civil, al cierre de su cuartel y a la seguridad de Alhama.
Lecciones ni una de los que tienen el pueblo como nunca ha estado de sucio, jardines abandonados, calles dejadas y gobiernan por accidente, como su jefe Sánchez, los que prometieron un pabellón gratis que no cumple las medidas reglamentarias y nos ha costado dos millones de euros a los alhameños, los que pierden una subvención de un millón para el castillo y los que hacen obras faraónicas sin contar con la opinión de los vecinos y perdiendo 400.000 euros de subvención de la CCAA.