Alberto Marín López, el autor del nuevo Jesús Resucitado de la Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, ha trabajado en la imagen con el objetivo de que transmita mucha espiritualidad. Así lo ha asegurado este martes, durante la rueda de prensa ofrecida en la sede de los moraos para presentar su obra. Allí Marín ha ofrecido algunos detalles de su trabajo.
El escultor ha explicado que la imagen está elaborada en cedro de Brasil. Se trata de una madera de fácil talla y a la que no le afecta la carcoma. Está policromada al oleo y tiene una terminación de puntillismo que da la textura de la piel y del ropaje.
Los ojos tienen pestañas de pelo natural y son de cristal. El propio escultor realizó a mano el vidrio, que está policromado por la parte posterior. De este modo se consigue un brillo especial en la mirada que resaltará más en el exterior si la procesión tiene lugar en un día soleado.
Todos estos elementos están dirigidos a conseguir una imagen que transmita mucha espiritualidad, "que represente el momento de la Gloria", ha subrayado Marín.
Además, la escultura no está posada en el suelo sino que se mantiene ingrávida. Esta posición de la imagen ha acarreado muchas horas de estudio para resolver ese problema técnico ya que la obra está elaborada con madera, un material pesado.
Además, el nuevo Cristo Resucitado conserva la posición de las manos y el color de la túnica del anterior, en un giño a su antecesor.
La nueva imagen será bendecida este sábado a las 18:00 horas en el Atrio de la Iglesia de San Lázaro. Días más tarde, en Domingo de Resurrección, los asistentes podrán comprobar el resultado de todo el esfuerzo de Alberto Marín. Ese día procesionará por primera vez una imagen elaborada por este joven artista totanero.
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