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Un desfile de carrozas diabólicamente alegre y divertido en Librilla

Peñas y participantes ofrecieron un colorido y espectacular desfile con sus carrozas, disfraces y mucha creatividad

Por Redacción
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sietediasalhamagmailcom/15/15/21
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El numeroso público que se congregó anoche a lo largo del recorrido de las carrozas tuvo la ocasión de disfrutar de uno de los momentos más alegres y divertidos de las Fiestas de Librilla. Baile, humor, espectáculo, música, imaginación... Las peñas y los participantes pusieron todo de su parte para que los vecinos y visitantes pasaran una divertida noche con familiares y amigos.

Las carrozas iniciaron el desfile a pasadas las nueve de la noche y durante dos horas se fueron sucediendo una tras otras frente al Ayuntamiento para completar los primeros metros del recorrido.

Abrió el desfile un grupo de batucada que iba anunciando con el sonido de sus tambores la llegada de las primeras carrozas.

Justo detrás, una tropa de cabezones soldados desfilaba con sus grandes cascos y sus sonrosados y rollizos rostros.

A continuación, un espectacular conjunto de baile con unos majestuosos trajes era el encargados de poner la nota de glamour y el ritmo.

Tras ellos, iba la carroza de los venerables librillanos de la tercera edad repartiendo embutido. Y, siguiéndoles los pasos,un vagón de ferrocarril que servía de punto de abituallamiento a otros participantes mucho más jóvenes ataviados con la indumentaria característica los pieles rojas y los rostros pálidos del Lejano Oeste.

Detrás, la carroza con más arte del desfile, la que abría el paso al grupo de jóvenes disfrazados de pintores de diferentes épocas dirijidos por un maestro clásico capaz de pintar un cuadro más velozmente que una impresora.

Luego, detrás de la carroza de los piratas, llegó un grupo de aplicados y perseverantes boxeadores dispuestos a disputar el título con cualquiera con el arrojo suficiente para colocarse unos guantes para retarles.

Y a continuación, un grupo de guerrilleros armados hasta los dientes, pero con más ganas de bailar y de divertirse que de hacer uso de sus pistolas y rifles.

Lo siguiente que apareció en el recorrido fue un volcán en erupción acompañado por una tribu de maories interpretando el 'haka', la típica danza tribal de los indígenas de Nueva Zelanda.

Detrás, podía verse a una pareja de angelitos blancos con un gran corazón en el que se leía "El amor puede con todo. ¡Vive!". A su alrededor, decenas de demonios negros capitaneados por uno rojo, el más malvado de todos ellos. Sin embargo, como ocurre en todas las historias con final feliz, el bien acabó imponiéndose.

Para compensar tanto personaje satánico, detrás iba la carroza de los Trolls repartiendo regalos y juguetes, otra con un animado y divertido grupo de bailaores y toreros y una más representando el mito del héroe griego Perseo y su hazaña al cortarle la cabeza a Medusa.

A continuación, llegaron la carroza de la Selección Nacional de Fútbol y otra con los representantes españoles en los Juegos Olímpicos de París.

Y cerrando el desfile con la música de la Charanga El Escabeche, un gran carromato cargado de juguetes y custodiado por una alegre Comisión de Fiestas. En él también viajaban algunos de los visitantes de Saint Jean de Védas, el municipio francés con el que está hermanado Librilla, colaborando en el reparto de regalos entre los más pequeños.

Al fin y al cabo, el desfile de carrozas forma parte de la tradición festera de ambas localidades.

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