Intentar recuperar el patrimonio ambiental que representa la Rambla y los valores culturales que este entorno natural tiene para un municipio como Librilla. Ese es el objetivo de los trabajos que se están llevando a cabo en el cauce para retirar todos los escombros, explica el edil de Medio Ambiente, Pedro López Barquero.
Se trata de un accidente geográfico divide el municipio en dos espacios de parecido tamaño y, al mismo tiempo, es la razón de ser de esta localidad ya que la Rambla fue utilizada como defensa natural. Aún hoy pueden observarse en su entorno partes de las murallas y del antiguo torreón del castillo que existió en Librilla. De hecho, esos restos arqueológicos también están incluidos en el proyecto ya que se prevé realzar su protagonismo dotándolos de unos nuevos puntos de luz para mejorar su iluminación y que su presencia quede resaltada para quienes los contemplen desde el puente que cruza la Rambla.
En esta primera fase del proyecto, explica López Barquero, los trabajos están centrados en la limpieza de los tramos urbanos de la Rambla, que durante mucho tiempo ha venido siendo utilizada como escombrera por los vecinos. Para esta acción inicial, el Ayuntamiento cuenta con algo más de 23.000 euros procedentes de los Fondos Feder, que no se utilizarán en su totalidad porque al ser un proyecto sacado a licitación, las empresas interesadas en su adjudicación han pujado a la baja. Por este motivo, López Barquero confía en poder utilizar el dinero sobrante y el asignado a Librilla en un futuro a una segunda fase del proyecto que permita ampliar la zona de actuación.
Ahora las máquinas han entrado en el cauce para retirar los escombros, pero el proyecto no sólo incluye la limpieza. También contempla una campaña de concienciación para conservar ese entorno en óptimas condiciones. De hecho, López Barquero considera que la Rambla puede convertirse en un elemento dinamizador del municipio teniendo en cuenta su potencial turístico. Y en el peor de los casos, si no es así, se convertirá en un lugar para el disfrute de tanto de los vecinos como de los visitantes.
Además de la retirada de basura, se llevarán acabo acciones para conservar la vegetación natural. Sin embargo, no será posible llevar a cabo otras actuaciones como la instalación de algún tipo de mobiliario urbano en la zona ya que las características de la Rambla lo hacen inviable. Hay que tener en cuenta, primero, que el cauce llega a tener una profundidad de hasta 30 metros.
Y en segundo lugar, que la zona se convierte en un entorno 'agresivo' en época de lluvias intensas, lo que provoca que el gran caudal acumulado se lleve casi todo por delante.
Sí se instalarán en lugares protegidos y accesibles carteles explicativos de los restos culturales y arqueológicos que se conservan en ese tramo central de la Rambla. De hecho, en uno de sus laterales se encuentra el yacimiento de El Salitre, donde se han datado restos de asentamientos correspondientes a diferentes periodos históricos,s desde epoca romana e incluso anterior. Por este motivo, los trabajos de limpieza se llevan a cabo con supervisión arqueológica.
"La idea es que cuando todo el proyecto se desarrolle, tener el tramo urbano de la Rambla totalmente limpio y acondicionado. Intentar que sea un lugar accesible y de disfrute para los vecinos", explica el concejal de Medio Ambiente.
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