El Zebadero 4.0 no ha defraudado a los amantes de la música más contracutural e irreverente. Durante ocho horas, los siete grupos que componían el cartel de este año conviertieron a Alhama de Murcia en la capital regional del punk durante este sábado.
Desklate rompió el hielo pasadas las seis de la tarde, una hora atípica en conciertos de esta clase de música, pero necesaria para que posibilitar que todos los grupos pudieran actuar dentro del horario previsto.
Una hora más tarde, llegó el turno de Sarna, que puso la banda sonora durante unos 45 minutos al festival celebrado este año en el Complejo Deportivo Guadalentín, tras es gimnasio, en la zona próxima a la piscina de verano.
Después se subió al escenario Kaso Omiso, el primer grupo local en tocar este sábado. Más tarde tomaron el relevo los también alhameños Lokura o Muerte y Proyecto Amenaza.
Bien pasadas las 23:00 horas, llegó el turno de Kante Pinrélico, el grupo de Cartagena puntero en los 80 y 90 que ha sido el cabeza de cartel este año.
Y finalmente fue el momento de AK-48, uno de los grupos más relevantes de la historia del punk de Alhama, que llevaba 20 años sin dar conciertos. Este sábado sus componentes han vuelto a subirse a un escenario para decir la última palabra en El Zebadero 4.0. Su actuación se prologó hasta pasadas las dos de la madrugada (antes del cambio de horario) y después de ocho horas de conciertos, algunas personas entre el público aún pedían que no dejara de sonar la música.
Esos fans y el resto de asistentes verán cumplidos sus deseos, pero aún tendrán que esperar un tiempo. El objetivo es que el punk siga sonando en Alhama de Murcia, pero habrá que esperar a El Zebadero 5.0.
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