Nada más acabar la procesión de este Martes Santo en Librilla y antes de que las imágenes entraran en la Casa de la Hermandad de los marrones, un grupo musical formado por cinco jóvenes interpretó varias canciones al Santísimo Cristo de la Consolación y a María Santísima de las Penas.
Los portadores ubicaron ambas imágenes justo a la entrada de la Cofradía para presidir el pequeño concierto que ofrecieron los jóvenes. Fueron varias canciones cargadas de sentimiento y cariño.
A continuación, tras el aplauso de los presentes, los portadores cogieron los tronos para recorrer los pocos metros que restaban hasta dejar a ambas tallas protegidas en el interior de la Hermandad. Poco después comenzó una suave lluvia que a punto estuvo de complicar la procesión de los marrones.