Todos hemos visto a algún vecino depositar enseres domésticos junto a contenedores de basura. O quizás hayamos sido nosotros mismos quienes alguna vez hemos actuado de una forma tan poco cívica con la excusa de que un silla vieja, unos restos de poda, unos botes de pintura gastados... no van a destruir el planeta ni acabar con el ecosistema de Alhama de Murcia. Seguro que por sí sola una de estas actuaciones no tendría un gran impacto medioambiental. Sin embargo, el problema se complica cuando la falta de civismo y la desvergüenza se extienden como una plaga y empezamos a imitar ese tipo de comportamientos bochornosos.
Así, actualmente hemos llegado a la cifra de entre ocho y nueve toneladas de basura y enseres dométicos abandonados cada semana junto a contenedores ubicados en diferentes caminos de nuestro muncipio. En total, unas 450 toneladas al año de residuos amontonados junto a los contenedores. Y la cifra crece considerablemente si añadimos los restos que también se depositan incorrectamente en otros puntos del casco urbano.
Una montaña de residuos
Cada semana, un vehículo recolector recorre los caminos de nuestro municipio con tres trabajadores de la empresa encargada de la limpieza viaria en Alhama de Murcia. Saben que volverán con el camión repleto con colchones, sacas de escombros, restos de poda, muebles viejos... una montaña de residuos que no deja de crecer.
De hecho, cada vez son más los restos abandonados junto a los contenedores. Incluso, a veces, cuando los trabajadores vuelven sobre sus pasos al finalizar la ruta, se encuentran con que ya hay nuevos residuos abandonados en puntos que acaban de limpiar.
"Al poco tiempo volvermos y encontramos los mismos desastres. Lo limpias, lo dejas curioso y otra vez lo encontramos igual", aseguran. La situación va a más y cada vez se sienten más desmotivados. Ven que su esfuerzo sirve de bien poco ante una falta de civismo cada vez más extendida.
Francisco Javier Solano, responsable de la empresa adjudicataria del servicio de recogida de basura, explica que los empleados van equipados con guantes, gafas, mascarillas... todo lo necesario. Sin embargo, señala que a veces los trabajadores se encuentran con 'sorpresas' como jeringuillas, cristales rotos, enseres metálicos... que suponen un riesgo.
Solano, al igual que sus trabajadores, asegura que el problema no deja de crecer. En su opinión, los vecinos que actúan de modo tan poco cívico "saben que lo están haciendo mal. Por eso sacan los residuos a deshora, por la noche... Deben saber que eso lleva una sanción, una sanción importante. Se la juegan".
Aquellas personas que no quieran jugársela, sólo tiene que telefonear al 650 40 98 94. Allí le indicarán el día y la hora a la que pasará el camión por su domicilio para retirar a pie de calle los enseres domésticos de los que se quieran deshacer. Todo ello de manera gratuita, cómoda, cívica y respetuosa con el medio ambiente, con sus vecinos y con los trabajadores del servicio de limpieza.