El Comité de Seguimiento del Covid19 ha decidido el pase a la Fase 2 de riesgo asistencial en la Región teniendo en cuenta, sobre todo, el crecimiento lineal del número de contagios en la Región.
Como ha explicado el portavoz técnico, el doctor Jaime Pérez, entre los colectivos en los que se ha registrado un mayor incremento, destaca, por encima de todos, el comprendido entre los 17 a los 34 años, con una tasa de incidencia que supera la barrera de los 1.000 casos en los ultimos 7 días. Además, la tasa de positividad semanal se eleva al 17%.
Según el último informe epidemiológico semanal, de los casos con vínculo epidemiológico constatado, un 78% de ellos corresponden a contagios en el hogar, en reuniones familiares o de amigos, así como en el ámbito social y de ocio, que posteriormente se han llevado a los hogares.
Las medidas adoptadas este lunes en el seno del Comité se aplican en función de los baremos públicos técnicos y objetivos, que ya funcionaron en la segunda ola de la pandemia, y que se aprobaron en el mes de noviembre.
Fundamentalmente se restringe la actividad en la que no hay uso de mascarilla porque es donde más riesgo existe, así como la supresión de actos multitudinarios.
¿Qué se tiene en cuenta para establecer los niveles de riesgo regional y municipal?
Según publicó el BORM el pasado 28 de noviembre, por una parte se evalúa la ya mencionada incidencia acumulada en los últimos 14 y 7 días. Así se establecen estos niveles de transmisión:
- Transmisión extrema: Mayor de 500 casos a los 14 días o mayor de 250 casos a los 7 días,
- Transmisión muy alta: Entre 250 y 500 casos a los 14 días o entre 150 y 250 casos a los 7 días,
- Transmisión media/alta: Entre 75 y 250 casos a los 14 días o entre 50 y 150 a los 7 días,
- Transmisión baja: Menor de 75 casos a los 14 días o menor de 50 casos a los 7 días.
Por otro lado, se evalúa en el ámbito regional la ocupación de camas hospitalarias y la ocupación de camas UCI:
- FASE 1: Ocupación alta de los dispositivos asistenciales por personas afectadas por COVID-19, pero que permite mantener una atención asistencial normalizada respecto al resto de patologías. Implica la concurrencia de los siguientes requisitos:
◦ La media de los pacientes totales que permanecen ingresados por COVID-19 en los hospitales, incluyendo los que están en UCI, en los últimos 7 días es menor a 400.
◦ La media de los pacientes ingresados en UCI en los últimos 7 días se sitúa en un máximo de entre 85 y 100 personas.
- FASE 2: Ocupación muy alta de los dispositivos asistenciales por personas afectadas por COVID-19, que genera dificultades para mantener una atención asistencial normalizada respecto al resto de patologías. Siempre que concurra alguno de los siguientes requisitos:
◦ La media de personas ingresadas en los hospitales por COVID-19 en los últimos 7 días es superior a 400 personas
◦ O la media de los pacientes que permanecen ingresados en UCI en los últimos 7 días se sitúa entre 100 y menos de 125.
- Se considera riesgo extremo la superación del nivel de Fase 2.
La evaluación de estos dos parámetros, epidemiológico y asistencial, dará lugar al establecimiento de un nivel de alerta en la Región o en un municipio, existiendo cuatro niveles: Bajo, Medio/Alto, Muy Alto y Extremo.
Pero, nuevamente, en la determinación del nivel de alerta se tendrá en cuenta el tamaño del municipio, su densidad de población, sus características geográficas o poblacionales, así como la tendencia o evolución del resto de indicadores epidemiológicos y asistenciales, tanto a nivel regional como municipal, a fin de que se puedan interpretar adecuadamente las dinámicas de transmisión.
De modo específico, en los municipios menores de 10.000 habitantes, además de las tasas de incidencia acumulada también se valorará otros factores como el número de casos, el porcentaje de casos con trazabilidad, los casos asociados a brotes y el ámbito o procedencia del brote.