Un pirata malo, el más malvado, Jean Pierre, se convierte en una buena persona. Los niños que este sábado han acudido al Teatro Velasco han podido ver cómo se producía el cambio. La Compañía Los Sueños de Fausto, en coproducción con Factoría Urogallo, ha puesto en escena una obra llena de emoción, aventuras y humor.
La historia estaba protagonizada por Jean Pierre, el pirata, al que acecha el fantasma de Malatesta. Sin embargo, con la ayuda de su nuevo amigo, el pulpo Hugo, el corsario acaba encontrando el camino del bien.
La representación, destinada el público infantil, ha sido también un ejemplo de cómo puede conseguirse una cuidada e imaginativa escenografía a partir de objetos recuperados y reciclados, eso sí, unidos y dispuestos a base de imaginación y creatividad.
Por el escenario del Teatro Velasco han pasado este sábado musicales, clownescos, visuales y el juego de voces con diferentes acentos de alguno de los personajes. Ha sido una tarde de diversión para los más pequeños de la casa.
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