Contratos

El 8 de enero de 2019 entró en vigor el contrato por el que la empresa Avance y desarrollo de obras S.L. se comprometía a edificar en siete meses el pabellón de deportes de “El Praico” por algo menos de un millón doscientos mil euros. Dos modificaciones de contrato después, el plazo estipulado era de once meses y el coste de cerca de un millón y medio de euros. Olvidémonos del resto de sobrecostes de las decisiones, de quién fue la culpa de la necesidad de ese pabellón ahí, y de todo lo demás. El plazo de ejecución previsto se ha duplicado (va ya por 22 meses) y en el solar no se ve ningún movimiento desde hace semanas.

En el pasado pleno de octubre, el rodillo socialista aprobó una modificación del contrato de alquiler del cine Velasco, pasando la propiedad a hacerse cargo de la exhibición de películas en él (“películas”, sin especificar ninguna cantidad al año), alargándolo varios años después de esta legislatura y comprometiéndose el Ayuntamiento a avisar “con tiempo suficiente” (no, tampoco se especifica cuanto es “suficiente”) en el caso de que fuera a hacer uso del teatro por cuyo alquiler paga.

Sin buscar mucho podemos encontrar varios ejemplos de actuaciones que se han eternizado en el tiempo de manera innecesaria. La calle Cartagena o el salón de actos de la casa de la Cultura puede que fueran los más flagrantes, pero todos tienen algo en común. A las empresas concesionarias les salieron gratis los retrasos y los perjuicios, gastos e incomodidades que provocaron a los vecinos porque nada ponía en sus contratos sobre compensaciones que debieran pagar en caso de retrasos.

Leyendo un contrato tan mal hecho, con tantos agujeros como tiene el de la modificación del Teatro Cine Velasco, que son visibles para cualquiera, me pregunto si el problema es que en el Ayuntamiento no saben redactar contratos o es que lo hacen a propósito. El caso es que, desde el equipo de Gobierno, muchas veces, buscan empresas externas y les pagan para que les redacten los contratos (con tan mala suerte algunas veces como con el contrato de basuras, que lo encargaron y luego se tuvo que rehacer porque lo que les mandaron estaba mal calculado), así que lo de la ignorancia debería estar cubierto, pero alguna explicación debe haber.