Mala vida, prostitución, posesión, celos, virginidad... son los términos que están intrínsecamente relacionados en la historia del flamenco respecto de la mujer. El patriarcado, eje de la vida en España durante muchos años, también fue dominante en el mundo del flamenco.
El flamencólogo Paco Paredes y la cantaora Rocío Márquez, que hizo su tesis de Doctorado en torno a este tema, ofrecieron este jueves en el Museo Los Baños una conferencia sobre 'La mujer en el flamenco' que rebate algunas corrientes de opinión que sostienen que la mujer no ha sido maltratada en el 'mundillo' a lo largo de la historia.
Así lo sostuvo Paredes quien constató, ejemplo tras ejemplo, cómo el patriarcado dejó patente su dominancia en las composiciones flamencas.
Homenaje
No obstante, Paredes quiso comenzar la conferencia haciendo un sentido homenaje al cronista e hijo predilecto de La Unión, Francisco Ródenas, fallecido recientemente. El flamencólogo ensalzó la figura de Ródenas como firme defensor de la Cultura y que le enseñó el profundo respeto a nuestra tradición cultural.
Este homenaje se llevó de Alhama el sentido aplauso del público asistente a la conferencia celebrada en el Museo Los Baños.
Antonio Machado y Álvarez
La primera referencia bibliográfica sobre la tradición flamenca en España viene de la mano de Antonio Machado y Álvarez, padre de los poetas Manuel y Antonio Machado, quien ya en 1881 trató de recoger esa tradición.
Este fue el punto de partida de Pareder y Álvarez para comenzar una ponencia en la que, ejemplo a ejemplo, quedó plasmada cómo se trataba a la mujer en aquella época.
Un siglo XIX que en las composiciones del flamenco se relegaba a la mujer a un mero objeto sexual, con el único papel de preservar la virginidad hasta el matrimonio, tener hijos y cuidarlos mientras espera a que el marido trabaje para sustentar a la familia. Todo lo que se saliera de esos roles exponía a la mujer al mundo de la marginación, la vergënza, la mala vida y la prostitución.
Así reza en algunas composiciones expuestas este jueves por Paredes en su ponencia en el Museo Los Baños:
"No le quites los hilvanes
hasta no acabar la prenda
porque luego el dependiente
no me la admite en la tienda"
Este es un ejemplo relacionado con el concepto de la virgnidad, refiere Paredes, aunque hoy día para algunos sea difícil relacionar estos versos con la preservación de la virgnidad en las mujeres, algo de gran valía en el siglo XIX.
"Te voy a meter en un convento
que tenga rejas de bronce,
que la gente no te vea
ni la ropita te roce"
Los celos es otro de los asuntos relacionados con la mujer que exige la lealtar y fidelidad al marido, bajo el concepto de que la mujer es propiedad del hombre, como también se refleja en estos versos.
"En la esquinita te espero
chiquilla, como no vengas
donde te encuentre, te pego"
"Si un caballo se desboca
necesita un buen jinete.
La mujer que sale loca
no hay hombre que la sujete
aunque le parta la boca"