Las máquinas continúan sin llegar a la RM-515. La carretera lleva años esperando una reparación. Mientras tanto, continúa degradándose y haciendo más difícil la conducción. Los numerosos baches y desperfecto en el asfalto, además de molestias para los viajeros, suponen un grave riesgo para la seguridad vidal.
Los vecinos de las pedanías de Gebas y El Berro son los que más sufren esta situación. También se resienten las iniciativas empresariales que apuestan por el turismo rural. El vergonzoso estado de la carretera impide que los visitantes lleguen a ambas poblaciones de una manera cómoda y segura.
José Luis Martínez Águila recoge toda esta situación en su video-viñeta semanal.