A las dificultades de realizar una buena fotografía se suman el tener que trabajar en un medio que impone limitaciones a la actividad humana y donde el comportamiento de la luz varía respecto al que estamos acostumbrados. De hecho, el color rojo deja de existir a los 5 metros de profundidad, los cianes desaparecen a los 10 metros, el amarillo se pierde a los 15 metros y los verdes se esfuman a los 20 metros.
"Fotografía subacuática. Labor difícil" fue el título de la charla que ofreció este jueves José Luis Alcaide Sanjurjo en el Museo de Los Baños, una actividad del ciclo Alhama Natural, organizado por la Asociación Meles con la colaboración del Ayuntamiento, el Parque Regional de Sierra Espuña y Europarc. Los asistentes tuvieron ocasión de conocer el distinto comportamiento de las longitudes de onda de la luz a medida que los rayos de sol penetran en el agua. Y también aprendieron que la retrodispersión, provocada por las particulas que flotan en el agua, es uno de los mayores enemigos del fotógrafo acuático.
Sin embargo, antes de enfrentarse a ese problema, quien desee tomar una imagen bajo el agua debe responder a una pregunta: ¿cómo sumergirse? ¿a pulmón o con equipo de submarinista? De la opción que tome dependerá la inversión económica a realizar.
En el caso de que decida bucear en apnea, es decir, conteniendo la respiración, bastará con unos 300 euros para adquirir el equipo fotográfico básico. En cambio, si decide sumergirse con escafandrá, probablemente se quede sin respiración cuando conozca que necesitará de 8.000 a 10.000 euros para comprar la cámara, además del resto de utensilios. En este caso, por ejemplo, es imprescindible un flash (1.000 euros) y luz de foco (500 euros).
Además, a profundidades superiores a los 5 metros, es importante la luz de apoyo para percibir el color rojo, imprescindible para que, por ejemplo, el submarinista se percate de que está sangrando se sufre una herida ya que de otro modo la sangre se ve de color gris verdoso.
Si la opción es fotografiar el fondo del mar aguantando la respiración, todo se ve mucho más claro, principalmente, porque no es posible bajar a demasiada profundidad. De hecho, aunque es recomendable, no es imprescindible el flash para tomar fotografías ya que es suficiente con la luz del Sol.
En este caso, el equipamiento para bucear se milita a un tubo, unas aletas y el lastre. Y para captar las imágenes, es suficiente con una cámara reflex o compacta que permita la configuración en automático, ya que es muy difícil fijar los parámetros de la máquina bajo el agua cuando se dispone de alrededor de un minuto para descender, buscar el motivo, encuadrar y volver a emerger antes de quedarse sin aire en los pulmones.
En cambio, si la opción elegida es la escafandra, será necesario contar con botellas, reguladores, trajes... Sin embargo, antes de lanzarse al agua, es imprescindible contar con la titulación necesaria, que se obtiene tras realizar un curso de buceo. Luego hace falta federarse y contratar un seguro. Y finalmente, tras conseguir el equipo fotográfico, ya es posible retratat los secretos del fondo marino. Aunque a veces, es suficiente con echar un vistazo desde la orilla. Así ocurre, por ejemplo, con el color entre verde y marrón característico en los últimos tiempos del Mar Menor. En cambio, otros sucesos, aunque se puedan intuir, sólo es posible confirmarlos bajo el agua. De este modo, Juan Luis Alcaide ha constatado en el último año la desaparición del 97% de los caballitos de mar que había en esa zona de la costa murciana. En la actualidad, manifestó ayer durante su charla, se estima en unos 3.600 ejemplares la población de hippocampus, nombre científico de estos animales y que da nombre a la asociación a la que pertenece Alcaide. "Este año, en seis salidas, se han avistado cero caballitos en los sondeos", aseguró´ayer durante su charla.
Luego, este experto en fotografía submarina continuó hablando de aspectos relacionados con la composición fotográfica, que será todo un problema cuando dentro de unos años no aparezca ningún pez ni ser viviente ante el objetivo si continúa este nivel de destrucción en las costas de nuestro litoral.