Nos cruzamos con ellos en los supermercados casi a cada paso. Se presentan como alimentos beneficiosos para nuestra salud y la de nuestra familia. Sin embargo, tras los llamativos envoltorios donde se destaca algún aspecto positivo, sus propias etiquetas nutricionales los desenmascaran. Unos llevan exceso de azúcar, en otros las grasas saturadas los hacen poco recomendables, potenciadores del sabor provocan un consumo desmesurado de otros... Todos esos datos están en sus respectivas etiquetas, sobre las que incidió ayer en su charla Anabel Cánovas, dietista-nutricionista de Cenur.
Cánovas ofreció una 'clase' en el colegio Sierra Espuña dentro del ciclo Escuela de Padres organizado por la FAPA (Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos). Esta experta subrayó la importancia de saber interpretar las etiquetas de los alimentos para evaluar su composición y decidir si su consumo es recomendable. No obstante, Cánovas también incidió en la necesidad de cambiar hábitos en los hogares. De hecho, la próxima charla que ofrecerá lleva por título '¿Y la cena, para cuándo?'.
Los asistentes a la 'clase' de ayer ('¿Sabes leer la etiqueta nutricional?'), más numerosos que en otras ocasiones, tuvieron la oportunidad de descubrir costumbres que tenemos por beneficiosas para la salud y que, precisamente, son todo lo contrario. En este sentido, Cánovas abogó por una comida a base de productos naturales y una dieta variada alejada de los alimentos elaborados o precocinados. Estos productos, advirtió, habitualmente continen más azúcares, grasas, sal... de los recomendados. Y estos excesos se traducen en que enfermedades como la diabetes o la hipertensión, que hasta hace poco se relacionaban con personas de edad avanzada, se estén detectándo cada vez más en niños.
La solución que plantea Anabel Cánovas pasa por, en primer lugar, conocer los hábitos de nuestra dieta negativos para la salud y, luego, tomar la firme decisión de cambiarlos de manera paulatina, poco a poco. A veces, explicó, basta con devolver a la fruta el protagonismo que siempre ha tenido en nuestros hogares, poniéndola al alcance de toda la familia para que exista la posibilidad de consumirla. Sin embargo, destacó que actualmente las manzanas, naranjas, plántanos... han desaparecido de nuestros fruteros, que ahora en muchos hogares sirven para dejar las llaves, cartas o pañuelos de papel.