Yo nací del vientre de una madre grande.
Crecí en las entrañas de un pueblo pequeño.
Tuve la fortuna más vasta del mundo en una arcancía con forma de cerdo.
Disparé a la Luna con un tirachinas una noche amarga sedienta de leche.
Me costó trabajo distinguir la vida en algunos casos de la misma muerte.
¿Qué serás, pequeña, cuando te hagas grande? ¿Qué serás pequeña?, me decía la gente.
Aún no alcanzaba el metro de altura y ya contestaba: quiero ser valiente,
quiero ser poeta de la gente triste, no olvidar a nadie que tenga una pena...