El jardín del Museo Los Baños se ha convertido este año en el escenario elegido por el Grupo Folklórivo Villa de Alhama para el Canto a la Cruz. Blas Pérez, presidente de la agrupación, explicó que en esta ocasión, con motivo de la celebración del 40º aniversario del Villa de Alhama, han cambiado la ubicación de varios actos que tradicionalmente se hacen en otros espacios.
Luego, Blas Pérez arrancó uno de los primeros aplausos de la noche cuando prometió a los asistentes que estaban "un poquillo enfadados" y a los vecinos del barrio que regresarían a la calle Alfonso X El Sabio. "No preocuparse que el año que viene volvemos a nuestra casa", les aseguró.
En una u otra ubicación, lo cierto es que el Villa de Alhama arrastra a su público allá donde actúa. Anoche el jardín del Museo Los Baños estaba lleno. No quedaban sillas libres y algunas personas tuvieron que permanecer de pie durante la actuación.
Unos y otros pudieron disfrutar de los bailes y la música del Grupo Folklórico que son el resultado del esfuerzo de sus componentes por mantener vivas las tradiciones y por trasmitir ese conocimiento a las nuevas generaciones. De hecho, las actuaciones comenzaron con los más pequeños de la agrupación, entre los que había unas niñas muy pequeñas que atrajeron las miradas de los espectadores, en especial de los sentados en las primeras filas, que pudieron ver cómo se desenvolvían estas jóvenes bailarinas.
El concejal de Cultura, Ginés José Muñoz, fue el encargado de expresar el reconocimiento de todos presentes a los componentes del Villa de Alhama por su esfuerzo y trabajo para "aunar patrimonio histórico material e inmaterial. Sois la esencia que mantiene viva las tradiciones y la cultura. Agradeceros de corazón toda la labor que realizais", subrayó.
Tras el último baile, la Colla del Ramblar tomó el relevo del Villa de Alhama para continuar animando la noche con sus canciones.
A continuación, llegó el momento de la habitual desgustación de bizcocho y chocolate que no puede faltar cada año en el Canto a la Cruz.