Es la procesión preferida por los más pequeños. Ayer volvió a quedar claro con la presencia de una multitud de niños participando como nazarenos en la procesión del Domingo de Ramos. Cargados de chuches, el tramo en el que desfilaban los pequeños era el más tumultuso, alegre y dulce porque no dejaron de repartir caramelos desde el inicio del recorrido y hasta que la lluvia obligó a buscar refugio donde protegerse.
Horas antes, a las seis de la tarde, el atrio de la iglesia de San Lázaro vio cómo salían cada uno de los pasos para iniciar el recorrido. El destino de La Despedida, Jesús con los niños, Entrada triunfante de Jesús y María en su Dulce Nombre era la Ermita del Barrio, pero la lluvia obligó pasar ante su entrada sin detenerse.
Antes las calles del casco urbano se habían teñido con el rojo y verde de las túnicas de la Hermandad de la Santa Mujer Verónica y con los colores del resto de cofradías y hermandades de Alhama, cuyos pequeños nazarenos repartieron caramelos sin descanso entre los mayores y niños del público que acompañaron el desfile a lo largo de todo el recorrido para ver los pasos.
Hoy la lluvia no será una preocupación porque este lunes no hay procesiones, pero el programa cultural sí incluye una cita importante. Tras la misa de las 19:00 horas, la Banda Titular del Ateneo Maestro José Antonio Ayala ofrece su Concierto de Semana Santa en la Iglesia de San Lázaro.
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