sietediasalhama.com

Reconocimiento de la Premio Violeta a dos pioneras de la igualdad

La alcaldesa María Cánovas entregó anoche a Cristina López el Premio Violeta tras la cena de convivencia celebrada en el Hotel Julián

Por Redacción
x
sietediasalhamagmailcom/15/15/21
sietediasalhama.com
sábado 09 de marzo de 2024, 06:15h
Cristina López aprovechó anoche su discurso tras recibir el Premio Violeta para hacer "un homenaje a todas esas mujeres que estuvieron mucho antes que nosotras... y que pusieron su granito de arena e hicieron lo que pudieron para que hoy tengamos los derechos que tenemos".

Previamente, la alcaldesa María Cánovas tomó la palabra para señalar que la solidaridad entre las mujeres "es fundamental para que las cosas cambien y que cambien para todas siempre a mejor". Luego, antes de entregarle el Premio Violeta, hizo un recorrido por la trayectoria personal y profesional de Cristina López.

Por su parte, la homenajeada consideró que ya se había hablado bastante de ella y prefirió aprovechar su turno para recordar a sus tías Águeda y Josefa, con las que se criaron ella y sus hermanos tras el fallecimiento de su madre.

Explicó que ambas nacieron en 1901 y fueron amigas desde pequeñas. Una, Águeda, era hermana de su padre. Y la otra, Josefa, era hermana de su madre. La primera era grande, alta, muy buena persona, muy callada y amable. La otra, de 1,55 metros de estatura, tenía carácter y mucho genio.

Ambas murieron solteras. Una no se casó nunca porque su padre y hermano consideraban que eran poca cosa los pretendientes que le salían. Y la otra, porque no quería que un hombre mandara en ella. Además, si se casaba, perdía la posibilidad de ser ella quien dirigiera las fincas que había heredado.

Así era la vida de las mujeres de aquella época. Y, sin embargo, ambas fueron unas avanzadas en la crianza de sus siete sobrinos: consiguieron que los hermanos y las hermanas hicieran las misma labores en la casa pese a la oposición de su padre. "Todo se hacía entre todos. Nadie ayudaba a nadie", explicó anoche Cristina López.

También, en contra del criterio del padre de los niños, las dos tías decidieron que si los hermanos estudiaban una carrera, las niñas debían hacer lo mismo.

En aquellos años, contó la Premio Violeta, lo habitual era que las mujeres estudiaran para maestras o enfermeras. "A mí los niños siempre me han dado mucho repelús y la sangre mucho asco", confesó Cristina López. Por eso buscó una alternativa.

"Cuando dije que quería estudiar para ingeniero, allí se montó la de Dios es Cristo", señaló. Su padre se opuso, pero sus tías se plantaron frente a él y "yo estudié lo que quise".

De este modo, con un reconocimiento a la influencia que sus dos tías tuvieron en la vida y en el futuro de los siete hermanos, Cristina López quiso homenajear "a todas esas mujeres que estuvieron mucho antes que nosotras, en una época muy difícil, en la que si querías ser buena en lo tuyo, tenías que no casarte... Pusieron su granito de arena e hicieron lo que pudieron para que hoy estemos aquí y tengamos los derechos que tenemos y para que a mí me déis el Premio Violeta".

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios