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VÍD. José Prior: "Me va a costar mucho irme de Alhama"

El párroco de San Lázaro, que en septiembre se traslada a San Antolín (Murcia), se sincera en esta entrevista en un balance de los trece años de labor pastoral en nuestro municipio

Por Redacción
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lunes 10 de julio de 2023, 14:47h

Este fin de semana José Prior, párroco de San Lázaro de Alhama de Murcia, recibió la noticia de su próximo traslado a la parroquia de San Antolín en septiembre. Una lamentable noticia para el municipio que pierde a su párroco durante los últimos 13 años. "Me va a costar mucho irme de Alhama", ha expresado Prior en esta entrevista con Siete Días Alhama en la que se sincera sobre su labor en el municipio y al final de la entrevista nos muestra su lado más personal.

Hace 13 años llegó a Alhama de Murcia, procedente de Bullas, y encontró una parroquia "muy viva" y bien cuidada. Confiesa que no encontró dificultades para adaptarse al nuevo puesto. "Me he sentido muy cómodo, muy a gusto y muy feliz", expresa.

Ahora que se acerca el final de una etapa en su vida sacerdotal, "dejo una parroquia viva y bien trabajada aunque eso lo tendrá que decir la historia". Desde luego, "he puesto mi tiempo, mis ilusiones y mis proyectos al servicio de esta parroquia".

Se lleva muchos amigos de Alhama de Murcia, momentos compartidos, compañero espiritual de muchas personas...

La pandemia ha sido el momento más negativo de su paso por Alhama de Murcia. Fue un impacto para todos y la labor parroquial fue "muy complicada". "Echamos mucha imaginación" para seguir conectados con los fieles alhameños, como las redes sociales, pero ciertamente para Prior esta etapa es el punto más negativo.

Lo que más le gusta de su labor

El acompañamiento espiritual de las personas es lo que más le gusta de su trabajo, porque "el que una persona te abra su alma y confíe en tu criterio es algo precioso", expresa. A veces es "duro, pero también es muy hermoso".

Ese acompañamiento surge de un amplio abanico de circunstancias, no todas ellas son por trances trágicos en la vida, sino también de personas que están en el camino espiritual y quieren profundizar en su fe. "A veces es una muerte o una enfermedad, y el acompañamiento es simplemente escuchar, poner el hombro para que el otro llore y si la cosa se complica llorar juntos. Pero otras veces, esto da pie a poder mirar al Cielo, por ver que hay una esperanza, que hay una realidad que nos supera y que no estamos solos. Y poder abrir esa ventana", explica.

Son momentos de inflexión en la vida, pero también hay personas que están en el camino de la fe y buscan acompañamiento por crecimiento personal y piden orientación "para descubrir más cosas, conocerse mejor y descubrir a Dios".

Dentro de la labor de Prior en la parroquia no solamente se ha ocupado de la parte espiritual, la labor asistencial con Cáritas se ha multiplicado en los últimos años. Desde allí, enseñan español a inmigrantes, se ha reactivado el servicio de ropero, la Casa del Ral se ha utilizado para acogida de menores extranjeros no acompañados durante un año y más recientemente para un campamento de verano para niños de familias desestructuradas, y se ha reactivado también el acompañamiento de enfermos.

Otra de las satisfacciones que Prior se lleva de su labor en Alhama es ver cómo la palabra de Dios llega a nuevos corazones cada año. Este curso, por ejemplo, han hecho la comunión más de un centenar de niños que se inician así en el camino de la fe. Otros 70 se han confirmado y este año se ha contado con dos grupos de adultos para la Confirmación.

Su lado más personal

Prior reconoce que no imaginó ser sacerdote. De hecho, reconoce que "Dios me llevó de la oreja al seminario". Fue más bien un proceso progresivo que un despertar brusco de la vocación. En su familia no cayó bien la noticia al principio, pero luego "vieron que era feliz, que sonreía" y aceptaron el camino elegido.

Un camino cuya decisión tampoco fue fácil. Prior explica que antes de adoptar tan importante decisión en su vida, él también quería formar una familia y surgieron muchos miedos que luego resultaron ser "muy pequeñitos".

Es por ello que afirma con rotundidad que "si mil veces naciera, sería sacerdote".

En el poco tiempo libre que le deja su labor parroquial, nuestro cura párroco prefiere perderse en la montaña antes que ir a la playa y compartir momentos con sus amigos. Pero su verdadera afición es viajar. Ha acudido a muchos lugares tanto en España como fuera de ella y no siempre por un motivo religioso o espiritual que también.

Confiesa que antes de entrar en el seminario, era futbolero, pero después de ordenarse sacerdote dejó esta afición.

Por último, deja un mensaje a los alhameños: "Agradecer a todos los que han compartido su vida conmigo y que sepan que en San Antolín tienen un amigo".

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