El café-heladería Mundábala no tiene un acceso a través de una vía pública y además carece del número de plazas de aparcamientos en parcela privada que establece el Plan General Municipal de Ordenación de Alhama de Murcia (PGMO).
Así lo denuncia un ex edil de Ciudadanos de Centro Democrático (CCD), con responsabilidades en el equipo de Gobierno municipal encabezado por el PP entre 2011 y 2015 y copropietario de fincas colindantes: dos solares y un terreno rústico con vivienda construida.
Además este ex concejal advierte de que el establecimiento tiene un elevado aforo de personas y que, en caso de siniestro o accidente, se podría imputar responsabilidades al Ayuntamiento por estos supuestos incumplimientos.
Por todo ello, en un escrito que presentó el pasado 9 de mayo, el ex edil solicita la suspensión de la licencia de actividad provisional otorgada al actual propietario del negocio. Sin esta autorización, el establecimiento debería cesar su actividad y proceder al cierre.
Este café-heladería, ubicado en la urbanización El Vínculo, viene funcionando desde hace décadas. Hasta el año 2010 el acceso se hacía precisamente por la calle El Vínculo, única entrada y salida a esta zona de carácter residencial.
En esa época el Ayuntamiento ya tenía constancia de quejas de vecinos por ruidos y problemas de tráfico.
Ese año, tras la aprobación del Plan General Municipal de Ordenación, el propietario del negocio solicitó una autorización para usos provisionales de café y heladería. El establecimiento había quedado fuera de ordenación del PGMO y estaba permitido el uso genérico de actividad económica.
La Junta de Gobierno Local, con margen de decisión para aprobarlo o no al no estar limitada en este caso por el PGMO, decidió dar la autorización en agosto de 2010, pero con condiciones. De este modo, el Ayuntamiento estableció horarios de apertura y cierre, fijó límites en el nivel de sonido de los equipos de música y prohibió el acceso al establecimiento por la calle El Vínculo. A partir de entonces, la entrada al local debía hacerse desde la calle Domingo de Resurrección y por la Senda de las Parras.
Además, la autorización sólo se concedía por seis meses prorrogables a petición del interesado y el Ayuntamiento podía ordenar el cese de la actividad motivadamente sin obligación de pagar una indemnización al propietario del negocio.
Hace dos años...
'El Castillo', como en un principio se llamaba este café-heladería, desarrolló su actividad desde 2010 bajo esas condiciones. Sin embargo, mediados de 2020 el nuevo propietario del negocio, ahora bajo el nombre de 'Mundábala', propuso cambiar uno de los acuerdos de la autorización. Se había hecho cargo del café-heladería en mayo de 2019 y un año después pidió que la renovación de la licencia se hiciera de manera anual en lugar de cada seis meses.
Tanto la arquitecta municipal como la técnico de Administración General no observaron ningún inconveniente para modificar ese único punto siempre que se mantuvieran las limitaciones de horarios, nivel de ruido y acceso.
De este modo, la Junta de Gobierno Local aprobó el cambio en su sesión del 22 de diciembre de 2020.
Hace 8 meses...
Ahora, después de dos años desde esa modificación, el 'Mundábala' puede que tenga que cerrar tras el escrito presentado hace 8 meses en el Ayuntamiento por un ex edil de CCD que formó parte del equipo de Gobierno Municipal encabezado por el PP entre 2011 y 2015.
Este ex concejal es también copropietario de fincas colindantes: dos solares en la calle Domingo de Resurrección de la urbanización Nueva Espuña y de una finca rústica con vivienda construida.
En su escrito recuerda que antes de 2010 el acceso al café-heladería se hacía por una vía pública (la calle El Vínculo), hasta que ese establecimiento quedó fuera del ordenación tras la aprobación definitiva del PGMO.
En agosto de 2010 la Junta de Gobierno Local puso como condición para conceder la autorización de usos provisionales que el acceso al establecimiento se hiciera desde la calle Domingo de Resurrección y por la Senda de las Parras. Sin embargo, la primera (calle Domingo de Resurrección) no colinda con el café-heladería y, por lo tanto, no puede ser una vía de acceso directo al mismo. Y la segunda (Senda de las Parras) responde a una propiedad privada, servidumbre de paso de riego y acueducto, con una anchura de menos de tres metros. Por lo tanto, argumenta el ex concejal en su escrito, esta senda no puede considerarse ni jurídica ni físicamente como vial y menos como público.
Ademas, afirma que se está incumpliendo el artículo 90 del PGMO, que obliga a instalaciones comerciales de más de 400 m2 a contar con una reserva mínima de aparcamientos en parcela privada.
También recuerda que cuando el Ayuntamiento concede una licencia de actividad debe comprobar que se cumple la normativa, aunque la autorización sea de usos provisionales. Si no es así, en caso de siniestro o accidente, se le podría imputar una responsabilidad directa o subsidiaria. Y advierte de que no parece razonable que, ante una emergencia, los accesos y lugares de evacuación deban hacerse a través de un lugar privado, sin las dimensiones y las garantías que ofrecen los viales públicos.
Por todo ello, solicita la suspensión de la licencia al establecimiento.