La gran carpa instalada para la ocasión y las otras más pequeñas han completado todo el espacio disponible para dar cabijo a los asistentes frente al Sol. Sin embargo, el calor no ha sido sufiente para acabar con las ganas de disfrutar de un plato típico de los días de lluvia. Nadie tenía confianza este lunes en que fuera a caer agua del cielo. Sin embargo, todos sabían que el chorro esperaba y muchos estaban convencidos de que iban a empezar la tarde totalmente empapados. De hecho, no ha sido necesario llegarse hasta el caño para empezar a notar la humedad. Gracias a la improvisada guerra de agua y harina iniciada por los más jóvenes y algunos adultos, muchos ya iban listos para la ducha.
Antes, para animar aún más la tarde, la charanga El Escabeche ha comenzado a tocar para poner a todos en pie y empezar con ritmo el camino hacia el chorro.