
España sigue liderando la tasa de abandono escolar temprana de toda la Unión Europea.
Uno de cada seis estudiantes dejó los estudios entre los 18 a los 24 años, esto condena a los jóvenes a sufrir las peores consecuencias de un mercado laboral precario.
Esto ocurre, aunque el foco se ponga en las carencias del sistema educativo y su incapacidad para motivar a los alumnos, debido a que no tenemos un potente sistema de formación profesional. Hay países como Suiza donde para ejercer de camarero es necesario un título de FP de grado medio.
El último informe 'Abandono escolar prematuro' de Miguel Puig (Recomiendo su lectura) deja muy claro que los jóvenes que no pasan de los estudios básicos se condenan de por vida a la precariedad laboral.
La clave está en un sistema educativo que refuerce la Formación Profesional adaptándola a la realidad del mercado laboral, como ya se hace en muchos países de la Unión eEuropea.
Así las cosas, el Ministerio de Trabajo de nuestro país está diseñando un contrato de formación que garantice que los jóvenes que han abandonado los estudios y se han incorporado al mercado laboral se sigan formando hasta conseguir un grado medio de FP. Y para ellos, además, se crearán 200.000 nuevas plazas de FP hasta el 2023. Y es más, poco a poco las empresas ya ven la necesidad de trabajadores más formados, para ser así más competitivas y dar la talla ante los nuevos modelos productivos.
Invertir en nuestros jóvenes es invertir en el futuro de nuestro país, apoyándolos y dándoles la oportunidad, luchando contra el abandono escolar.