El cadáver de Elisabeth P.P., una vecina de Alhama de 43 años de origen colombiano, no se presenta signos de violencia, como había sido descartado a simple vista. Sin embargo, el estado de descomposición del cuerpo, hallado unos cinco días después del fallecimiento, ha hecho necesario confirmar con el análisis forense esta apreciación inicial. En cambio, las pruebas en el Instituto de Medicina Legal de Murcia sí han determinado que la mujer había consumido alcohol y sustancias estupefacientes.
Agentes de la Policía Nacional continúan con la investigación para determinar las circunstancias en que se produjo el suceso. Se trata de exclarecer si la muerte se produjo de manera fortuita por la ingesta de alcohol y el consumo de droga o si alguna persona está implicada en los hechos.
El cadáver se fue localizado la pasada semana en uno de los asientos traseros del coche de la fallecida y presentaba indicios de que el fallecimiento se había producido entre cinco y seis días antes.
El sábado de la semana anterior al hallazgo, la Benemérita interceptó en la autovía un vehículo cuya conductora circulaba bajo los efectos del alcohol. Se trataba de la ahora fallecida, Elisabeth P.P. Debido al estado en el que se encontraba la mujer en ese momento, los agentes inmovilizaron su turismo, un Skoda Fabia, en la explanada próxima a un hotel de la localidad. Seguidamente, trasladaron a la conductora a la dirección de Alhama que les facilitó ya que no tenía manera de regresar a su casa por sus propios medios.
El pasado viernes viernes, una patrulla regresó a la explanada donde se encontraba el vehículo inmovilizado. Los agentes descubrieron que en su interior, recostada en los asientos traseros, había una persona muerta, cuya identidad corresponde a la mujer interceptada una semana antes cuando conducía bajo los efectos del alcohol.
Tras dar aviso al juzgado de guardia, se procedió al levantamiento de cadáver y éste fue trasladado el Instituto de Medicina Legal de Murcia para practicarle la autopsia. El resultado de ese examen indica que el cuerpo no presenta signos de violencia. Los agentes de la Policía Nacional tratan de exclarecer si el fallecimiento se produjo por la ingesta del alcohol y los estupefacientes detectados en el análisis forense. También investigan cómo regresó a Lorca la ahora fallecida, que no tenía familiares en la zona. De hecho, no existía ninguna denuncia por su desaparición.
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