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FOTOS Aledo regresa por unas horas a su pasado medieval

Una amplia variedad de mercaderes, artesanos y los últimos representantes de oficios al borde de la desaparición dieron vida este sábado a 'Aledo es leyenda'

domingo 15 de julio de 2018, 14:06h

Divertido, instructivo, solidario, sorprendente... Son muchos los adjetivos que se pueden utilizar para describir el mercado artesanal de 'Aledo es leyenda', pero es difícil elegir sólo uno debido a la amplia variedad de productos, actividades y curiosidades por descubrir.

Quienes ayer por la tarde acudieron a esta población pudieron ver trabajar a uno de los últimos herreros de la Región, también había un artesano del esparto, otro que realizaba toda clase de cestos y recipientes con mimbres, un alfarero, un fabricante de instrumentos musicales con cañas...

Tampoco faltaron quienes hacen su negocio de la magia, la religión y la superstición. Había quien ofertaba 'Angelitos de la guarda bendecidos', otros vendían todo tipo de soluciones en forma de amuletos, piedras con poderes, colgantes y pulseras protectoras... y allí estaba también un vidente sin bola de cristal y que no apartaba la vista del móvil mientras esperaba la llegada de algún cliente.

No era ésa la única paradoja histórica, también se encontraba fuera de contexto un vendedor de granizado de limón, cuya participación estaba más que justificada por el calor.

Menos fácil de argumentar (más allá de las leyes de la oferta y la demanda) era la presencia para su venta de conocidos superhéroes de la factoría Marvel representados artesanalmente en formato Lego.

En cambio, quien no necesitaba ninguna justificación para ofertar productos de toda clase y condición era la representante de Fuerza y Futuro, una asociación de mujeres de Molina de Segura contra la violencia de género. Participó en el mercado ofertando diversas manualidades realizadas por las propias mujeres para recaudar fondos.

Animales de granja
Los más pequeños tuvieron ocasión de disfrutar de varias atracciones infantiles y de participar en diversos talleres. Sin embargo, lo que acaparó más su atención fueron los animales de granja expuestos en varias jaulas y pequeños recintos.

También había puestos de maquillaje para mujeres y otros en los que se vendía cerveza artesanal, dulces árabes, empanadas... y que completaban la oferta gastronómica de los dedicados a servir cenas o meriendas.

Y finalmente, por si todo esto fuera poco, el castillo de Aledo abrió ayer sus puertas para que todos los visitantes pudieran recorrer su interior y subir hasta la parte superior, donde es posible disfrutar de una increíbles vistas tanto de la localidad como de casi toda la comarca. De hecho, en su tiempo este torreón funcionaba como puesto de vigilancia. A sus pies se desarrolló 'Aledo es leyenda', un homenaje a la época en la que el castillo estaba en su mayor apogeo.

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