"Mi tono va a ser siempre sereno, de humanidad, de mirar a los demás y de valorar mucho qué me están diciendo. Y no tanto insulto y tanta tontería. Necesitamos mucha humanidad, naturalidad y mucha verdad". Así se expresaba este martes la escritora Magdalena Sánchez Blesa, candidata del PSOE a la Asamblea, durante el acto electoral que los socialistas llevaron a cabo coincidiendo con la celebración del mercadillo semanal. En su opinión, "la poesía y la política tienen mucho que ver, están muy conjugadas".
Ese será uno de sus objetivo si resulta elegida: llevar un poco de calma, mesura y sentido común al día a día de la política regional. Otra de sus metas será potenciar la cultura en la Región, al que "se le ha hecho tan poco caso" en los últimos años.
Más prosaico, su compañero de partido Marcos Ros, candidato del PSOE al Parlamento Europeo, destacó la importancia para la Región de que en el Eurocámara haya un diputado murciano. Ros afirmó que "venimos de una legislatura fallida, donde teníamos dos representantes: uno que se ha perdido en Bruselas y otra sólo hemos conocido por las crisis internas de su partido". En su opinión, es muy importante que Murcia cuente con un representante que traiga información, que esté en los debates, en las negociaciones... porque la Región tiene muchos intereses en la Unión Europea al ser un ámbito donde se acuerdan proyectos, programas y se decide la asignación de fondos.
Por su parte, Alfonso Martínez Baños, que aspira a continuar como parlamentario regional, destacó el alto porcentaje de candidatos procedentes del Valle del Guadalentín en la lista del PSOE a las elecciones autonómicas. Y para explicar este hecho bromeó justificándolo con que sea Diego Conesa el responsable de la confección de la candidatura.
Martínez Baños también se refirió al nuevo panorama político que tendrá por delante la Asamblea tras las elecciones del domingo. Destacó que las circunstancias son muy distintas a las de hace unos años puesto que previsiblemente la próxima legislatura habrá seis grupos parlamentarios. Esa diversidad y la cada vez más difícil existencia de mayorías absolutas obliga necesariamente a las diferentes fuerzas políticas a negociar y a llegar a acuerdos.