Pedro era una de esas personas que hacen pueblo. Un alhameño de los que conocen cada rincón, cada árbol y cada sombra que dan nuestras pedanías. Siempre con una palabra amable, siempre dispuesto, siempre cuidando lo que es de todos como si fuera suyo.
No te imaginas el vacío que dejas: tu pasión por cuidar las pequeñas cosas, quizás invisibles para los demás, dejó huella hasta en los más pequeños de la casa.
Pedro, gracias por tu entrega como jardinero municipal del Ayuntamiento Alhama de Murcia por tu cariño hacia nuestro pueblo y por todo lo que nos dejas sin saberlo. Aquí, entre las calles y jardines que mimaste durante tantos años, seguirá vivo tu recuerdo.
Descansa en paz, compañero.
Alhama no te olvidará.