Numerosas personas se han reunido esta noche ante el Mercado Público en el acto de apoyo a Palestina organizado por Izquierda Unida. Durante la concentración se ha hecho público un manifiesto "ante la escala de terror que sufre Gaza" y para denunciar "la destrucción sistemática de un grupo étnico de manera deliberada, lo que literalmente es la definición de genocidio".
Fulgencio Tomás 'Chencho' ha sido el encargado de la lectura del escrito. A continuación, se ha leído una poesía y luego han tomado la palabra los asistentes que los han deseado para intervenir de manera espontánea. Uno de ellos ha sido el presidente de la Comunidad Musulmana en Alhama de Murcia.
El acto ha congregado a decenas de personas, entre las que se encontraban varios concejales del equipo de Gobierno municipal.
Manifiesto
Hoy volvemos a reunirnos ante la escalada de terror que sufre Gaza. Mientras algunos todavía se refugian en insinuar que lo importante no es si lo llamamos genocidio o no, otros decimos que el nombre sí es importante.
Porque lo que está acaeciendo, no es otra cosa que la destrucción sistemática de un grupo étnico de manera deliberada, lo que literalmente es la definición de genocidio.
¿Cuál será la cifra final de muertos tolerada por Europa y Occidente? Porque ya llevamos de largo más de 60.000, y sin visos de que se vaya a detener. En cambio, hay quien está muy afligido porque manifestantes cortaron un evento deportivo en protesta por la participación de un equipo israelí. Algunos políticos los señalaron como violentos. No cabe decir la altura moral que tiene alguien que considera que es más violento protestar en un evento deportivo, o musical, que blanquea una matanza, que la propia matanza, el asesinato masivo, por bombas o hambruna, de hombres, mujeres y niños civiles.
Recientemente, más países occidentales, como Canadá, Reino Unido, Australia y Portugal se han decidido a reconocer al Estado palestino. Esto, que tal vez habría supuesto alguna utilidad hace tiempo, ahora es claramente insuficiente, y hemos de cuestionarnos como ciudadanos si se hace para tratar de parar este genocidio, o si más bien es un ejercicio de lavado de imagen ante la inacción absoluta del mundo occidental.
Europa y sus valores están heridos de muerte; nosotros mismos los hemos querido matar. La hipocresía europea de reaccionar ante Ucrania y no mover un dedo ante Gaza demuestra que no somos faro de luz de ninguna humanidad. Cuando nuestros descendientes nos pregunten, después de décadas, cómo es que no se pudo evitar esta masacre humana, ¿qué les diremos?
Hoy, ante esa pregunta, alzamos la voz un grupo de ciudadanos y ciudadanas que, desde nuestro poco margen de acción, decidimos que es mejor hacer cualquier cosa a no hacer nada. Que decidimos no quedarnos callados ante un genocidio. Que creemos que la humanidad, y la vida de miles de niños, y de un solo niño, está por encima del valor de cualquier Estado, de cualquier evento musical y deportivo, de cualquier religión, y de cualquier interés estratégico geopolítico.
Quienes tachan a los que protestan por un genocidio de violentos, que respondan ellos mismos después de años, que queden retratados, que recuerden con vergüenza cómo, por puro rédito político o intereses económicos, se burlaron de que esto sucediera y frivolizaron con el sufrimiento de tantas personas.
Hoy, queremos demostrar que seguimos creyendo en la humanidad, que mientras haya quien sufra en el planeta, este sistema no se puede justificar, que nunca dejaremos de alzar la voz y protestar con los pocos medios que tenemos para que este genocidio cese. Porque, independientemente de nuestra religión, de nuestra cultura o del país del mundo en el que vivamos, por encima de todo, todos los seres humanos tenemos derecho a vivir con dignidad.
Por todo ello, exigimos una vez más, y todas las que haga falta, que Israel cese el genocidio contra la población de Gaza, que abandone la ocupación de su país, y que sean juzgados todos cuantos hayan participado en crímenes de guerra como provocar hambrunas o disparar a quienes buscaban comida. Que la culpa no recaiga solo contra el gobierno de Israel, sino también contra los de todos aquellos políticos cómplices que lo ayudan activamente o prefieren mirar para otro lado.
Finalmente, que el mundo occidental despierte de una vez. Que, si es el faro de luz que dice ser, la población no tenga miedo a levantarse y denunciar lo que es injusto. Porque frente al momento histórico que nos ha tocado vivir, lo único que quedará para el futuro serán aquellas luchas en que la gente decidió unirse para acabar con la desidia y las injusticias, y los momentos en los que el pueblo alzó su voz para protestar. Hagámoslo ahora por los palestinos; por todos los que han sido asesinados, y por todos los que siguen luchando por su vida, deseando que esta injusta masacre, este genocidio contra ellos, acabe de una vez.
Viva Palestina libre.