La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado un dispositivo de inspección en comercios de varios municipios de la comarca del Guadalentín, en la que se han intervenido cerca de un millar de productos alimenticios y se han denunciado una veintena de infracciones a la normativa que regula las medidas sanitarias y el etiquetado.
Estas actuaciones están dirigidas a proteger la salud de las personas en relación con las enfermedades transmitidas por los alimentos. La detección de peligros y riesgos alimentarios desde un enfoque anticipatorio se fundamenta en el principio de precaución ante la posibilidad de que se puedan dar efectos nocivos para la salud.
Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Benemérita iniciaron hace unas semanas el dispositivo de inspección en establecimientos públicos de Águilas, Lorca y Mazarrón, con la finalidad de comprobar la falsificación, adulteración, venta, etiquetado, comercio y distribución ilegal de productos alimenticios, así como el fraude económico en la seguridad alimentaria de los consumidores.
Los guardias civiles detectaron en los comercios de alimentación minoristas inspeccionados numerosas irregularidades en productos destinados al consumo humano. Entre ellas destacan el almacenamiento incorrecto de productos de origen animal, con el consiguiente riesgo de contaminación, hallando productos cárnicos sin envolver y almacenados en el suelo de los almacenes o cámaras.
La Patrulla de Protección de la Naturaleza también ha detectado irregularidades en el etiquetado de alimentos ofertados en estos comercios. En concreto, etiquetado de productos únicamente en idioma no europeo, lo que impide al consumidor elegir correctamente los productos que consume. También carecían de información sobre alérgenos, ambos elementos son exigidos por la legislación vigente.
Durante el dispositivo de inspección, hasta el momento, los guardias civiles han emitido alrededor de una veintena de denuncias por infracciones detectadas y se ha intervenido cerca de un millar de alimentos, entre los que se encuentran pastas, conservas, bebidas azucaradas, diferentes especias, condimentos y productos cárnicos.
Los alimentos intervenidos han sido puestos a disposición de la Consejería de Salud de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (CARM), para su destrucción, ya que pueden ser considerados un perjuicio para la salud humana. Las denuncias por estos hechos han sido remitidas a la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud de la CARM.
Según el Reglamento número 852/2004 del Parlamento Europeo, que regula lo relativo a la higiene de los productos alimenticios, es un objetivo fundamental de la legislación alimentaria lograr un nivel elevado de protección de vida y salud de las personas.
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