Es de vital importancia para el coche llevar a cabo el mantenimiento necesario para cada uno de los filtros y sustituirlos cada cierto tiempo.
Filtro de aceite
El aceite del motor es el encargado de proteger todas las piezas de este. Una buena lubricación de las piezas es imprescindible para que estas no se dañen y también para mantener una temperatura adecuada en el motor. Por eso el filtro de aceite cumple una función tan importante, este filtro es capaz de retener un 95% de partículas y asegurarse así de que el aceite que recorre el motor se encuentra limpio de impurezas.

Imagen de filtros automotrices con repuestoscoches24.es
Los filtros de aceite están formados por un elemento filtrante, que normalmente está hecho de celulosa, algodón y materiales sintéticos, colocado sobre una estructura metálica para impedir que se deforme. El aceite pasa por él y este retiene las partículas nocivas en el lubricante.
Es necesario cambiar el filtro cada 15.000 o 20.000 kilómetros, sin embargo, debido a que es un componente tan importante y no muy caro, se recomienda cambiarlo en cada cambio de aceite para asegurar así que el aceite no se contamina con residuos del filtro nuevo.
Filtro de aire
El filtro de aire se encarga de filtrar las partículas que hay en el aire que se dirige a la cámara de combustión para mezclarse con el combustible y crear la explosión que mueve los cilindros del motor.
El filtro de aire tiene un elemento filtrante hecho de fibras de celulosa con ciertos productos que hacen que sea más resistente al agua, aceite y vapores de combustible. Todo el aire que se dirige a la cámara de combustión pasa previamente por este filtro para garantizar que llega completamente libre de impurezas.
En caso de que no esté muy sucio, es posible simplemente limpiar el filtro mediante el uso de una manguera de aire a presión. Sin embargo, es mucho más recomendable cambiarlo por completo debida a su reducido coste y que solamente debe sustituirse cada 15.000 o 20.000 kilómetros.
Filtro de combustible
El filtro de combustible es el encargado de filtrar el combustible que se dirige a la cámara de combustión. Además en los motores diésel tiene una función aún más importante, la de retener toda la humedad que se suele producir en este tipo de motores y que puede acabar dañando el resto de componentes.
Los intervalos de sustitución dependen del tipo de combustible que utilice el coche siendo de cada 80.000 kilómetros en los modelos de gasolina y de cada 40.000 kilómetros en los modelos diésel.
Filtro de habitáculo
Este filtro está dirigido a mejorar la calidad del aire en el habitáculo de pasajeros. El aire del exterior pasa por este filtro fabricado de celulosa y con forma de acordeón. El filtro retiene las partículas de polvo, polen y contaminación, evitando así que lleguen al habitáculo y supongan un peligro para la salud de los pasajeros.
Se recomienda cambiar este filtro una vez al año o cada 15.000 o 20.000 kilómetros. Pero este periodo puede variar mucho dependiendo de varios factores como por ejemplo conducir por carreteras de tierra. También se recomienda sustituirlo antes en caso de las personas con alergias.