Una dictadura es un régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder y reprime los derechos humanos y libertades individuales y una democracia es una forma de sistema político donde la soberanía la tiene el pueblo para elegir a sus gobernantes.
Aclarado este pequeño detalle, en España vivimos en una “dictadura comunista bolivariana”. Sí, está leyendo usted bien. Tanto es así que la derecha y la ultraderecha gobiernan allí donde fueron elegidos democráticamente. Como vivimos en una dictadura, no tenemos libertad de expresión, pero la oposición puede llamar dictador al presidente y criminal al Gobierno, democráticamente elegido. Y unos militares, franquistas, pueden firmar un manifiesto y hablar de “fusilar a 26 millones de rojos, separatistas hijos de puta y pedir que vuelva el franquismo ”.
El Partido Popular bloquea desde hace dos años la renovación del Consejo General del Poder Judicial, pero afirma que el ejecutivo tiene secuestrado al poder judicial.
El gobierno comunista bolivariano quiere acabar con la monarquía y para ello le aumenta la asignación y la Corona del Reino de España que está amenazada por los rojos, no por el Rey que evade impuestos o por sus negocios de origen extraño, todo presuntamente, claro, que clase de dictadura no acepta la presunción de inocencia.
Y como buen sistema dictatorial ataca la libertad de enseñanza, potenciando la escuela pública, gratuita y laica.
Bueno, y ya el colmo de todos los colmos, la vergüenza de todas las vergüenzas, es que tenemos la mayor pluralidad parlamentaria de nuestra historia democrática.
Dictadura comunista bolivariana, vivir para leer y escuchar sandeces.