Con todos los protocolos y medidas de seguridas las escuelas infantiles municipales han vuelto hoy a la actividad desde que en marzo se interrumpiera abruptamente el curso por la pandemia del Covid19.
En el E.I. Gloria Fuertes la alegría del reencuentro entre padres, niños y maestras ha eclipsado esa pandemia que ahora se ha convertido en protocolos y normas para todos.
Una adaptación poco dificultosa, afirma su directora Margarita López, pero sí con mucha incertidumbre semanas atrás. Ahora las mascarillas, el gel hidroalcohólico y los grupos burbuja, entre otras restricciones y medidas, imperan en el centro infantil sin que por ello los niños perciban muchas diferencias a su rutina de juegos y aprendizaje.
Aunque este lunes han asistido pocos alumnos, también se ha notado la bajada de las matriculaciones este curso, la directora explica que la próxima semana esperan más niños dado que muchos padres esperarán a que los hijos que tienen escolarizados en otros centros comiencen las clases.
Hablamos con una de las educadoras, María José García Medina, quien explica cómo ha recibido con sorpresa a los niños esta mañana. La naturalidad de los pequeños de la casa en su vuelta a las aulas ha sido la tónica dominante. "Han venido todos muy bien. Ahora están en periodo de adaptación, pero han venido muy bien como si hubieran venido todos estos meses", afirma.
Las sensaciones entre los padres ha sido de confianza y seguridad. La comunicación con los padres ha sido continua y se ha informado de los protocolos y cómo funcionará el centro este curso, por lo que esta mañana, al dejar a los niños el ambiente entre los progenitores ha sido de tranquilidad.
Además, en el patio cada grupo, muy reducido, disfruta de un espacio reservado para cada aula y antes de entrar nuevamente en clase, las maestras desinfectan con esmero las suelas de los zapatos de los pequeños. "Ven que te voy a echar magia en los pies", se escucha a una de las educadoras al finalizar la entrevista.