Espectacular estreno de 'Mantua' en el Teatro Velasco. No solamente el talento de los actores trasladó al público nuevamente al romance entre Romeo y Julieta en Verona sino que le dieron un lavado de cara traído al siglo XXI.
Un trágico romance lleno de rock and roll, fútbol y unos amantes muy millenial, pero con los mismos sentimientos, pasiones y reacciones que los dos amantes que retrató Shakespeare.
El grupo de teatro alhameño Sin Fin encandiló al público asistente, que llenó el Teatro Velasco en la tarde-noche del sábado, a pesar de los fallos de iluminación que obligaron a pausar la representación unos minutos, pues los juegos de luces también tenían su papel en la obra. Entre el público se encontraban la alcaldesa de Alhama, Mariola Guevara, y el delegado del Gobierno, Diego Conesa.
No fue razón para que los actores no firmaran una actuación brillante en la que además de vivir con angustia el trágico final de los amantes de Verona hubo espacio para la risa, la diversión y los guiños a la tierra murciana que ha visto nacer a estos actores tan versátiles.
No es solo mérito del director José María Cánovas Vera el haber puesto al servicio del público el talento de estos jóvenes actores, pero sí ha desempeñado un rol esencial en la puesta en escena de esta versión de 'Romeo y Julieta' que les ha valido la victoria en la fase autonómmica de los Premios de Teatro Buero Vallejo.
Salvador Silla y Ángela García sorprendieron a todos por su talento y buen hacer a la hora de interpretar la mayoría de los personajes que intervienen en la obra. Ambos experimentaron transformaciones en el escenario, incluso con tan solo un cambio de chaqueta o vestido para olvidarnos de Romeo y de Julieta e interaccionar con los padres de ambos, Tebaldo, Fray Lorenzo o Mercucio.
Todos ellos guiados por la narradora de esta historia, 'La Chica del Metro', Elena Trujillo, con su músico Eloy Abellán y un fraile adicional para el matrimonio de los apasionados amantes, Enrique Martínez-Moya, que también pertenece al equipo técnico como regidor.
La puesta en escena de esta versión de Salvador Serrano es también gracias al trabajo detrás del escenario... y en el patio de butacas. Carmen Molina es la encargada del sencillo, pero determinante, vestuario de los actores que interpretan a todos los personajes de la obra. Carmen Manzanares y Lucía Trujillo son las que mandan en el departamento de Maquillaje y Diego Valero se encarga de la escenografía.
La iluminación y el sonido que en esta obra adquieren su propio papel en la representación corre a cuenta de Antonio Saura. Y a todos ellos les dirige en el grupo de teatro Sin Fin, su director José María Cánovas Vera.
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