A estas alturas de siglo, resulta inconcebible escuchar a representantes políticas del Partido Popular ponerse medallas mientras rebajan al resto de mujeres. Como si sólo ellas trabajaran. Como sólo ellas fueran madres. Y como sólo ellas conciliaran.
Hablan de machismo y misoginia como si fueran exclusivas de su experiencia, ignorando deliberadamente a todas las demás.
Es triste escuchar estos discursos cuando, desde ese mismo partido, nunca han aportado avances reales ni en igualdad ni en la lucha contra la violencia de género. Se golpean el pecho ahora, pero han sido -y siguen siendo- negacionistas de muchas de las normas y progresos que han permitido a las mujeres vivir más libres y más seguras.
Yo les preguntaría: ¿Cuántas leyes han impulsado desde el Partido Popular para defender la igualdad? ¿Cuántas para proteger a las víctimas de violencia de género? La respuesta es sencilla: ninguna.
Critican con dureza los casos graves y vergonzosos que puedan surgir en el Partido Socialista, casos ante los que actuamos con contundencia y sin encubrimientos. Mientras tanto, ellos despiden con aplausos, mantienen en sus cargos o incluso ascienden a quienes protagonizan comportamientos inadmisibles. Esa doble vara de medir es, sencillamente, intolerable.
¿Quién recurrió ante el Constitucional la Ley del Aborto? El PP. ¿Quién votó en contra del matrimonio igualitario? El PP. ¿Quién dejó sin presupuesto el Pacto de Estado contra la Violencia de Género? El PP. ¿Y quién lo dotó de presupuesto? El Gobierno del PSOE.
¿Quién puso en marcha el dispositivo Cometa? El Partido Socialista. ¿Quién creó el sistema VIOGEN, fundamental para proteger a las mujeres víctimas de violencia de género? También el Partido Socialista.
La Comunidad Autónoma incluso llegó a anunciar la apertura de un Centro de Crisis 24h para mujeres víctimas de violencia sexual, financiado por el Gobierno de España con 1,7 millones de euros. Sin embargo, en realidad estaba cerrado y sin equipamiento. Fue una información falsa que, tras ser descubierta, intentaron tapar como una “inexactitud”. Dijeron que el centro contaría con ese servicio en el futuro.
Ese tipo de engaños habla por sí solo.
Así es el PP que tenemos hoy: un partido plegado a las políticas negacionistas de Vox, un partido que retrocede en derechos y un partido que cuestiona todas las medidas destinadas a proteger a las mujeres, especialmente a las víctimas de violencia de género y a sus hijos e hijas.
Tampoco es cierto que en este Ayuntamiento se trate de forma distinta a ninguna mujer por ser de derechas. Aquí se aplica la misma normativa para todas. O es que, como dijo mi compañera Leticia en un Pleno ante los continuos ataques de quienes parecen creerse las únicas madres, “¿acaso nuestros hijos son plantas?”.
Todas somos madres, trabajadoras, hijas, nietas. Y nuestras parejas también tienen responsabilidades y merecen respeto. Todas hacemos malabares para llegar a todo, no solo las concejalas del PP.
Mientras la ediles populares sigan mintiendo, sembrando dudas y enredándolo todo, nosotras y nosotros seguiremos trabajando desde las instituciones para mejorar leyes y normas que permitan a cualquier mujer decidir sobre su vida y sobre sí misma. Seguiremos avanzando hacia una igualdad real entre mujeres y hombres.
Y, por supuesto, seguiremos saliendo a las calles, levantando el puño y vistiendo la camiseta morada en cada manifestación, concentración y acto donde sea necesario reivindicar y dar voz a las que ya no están, a las que están y a las que vendrán.
Si algo hemos cuestionado y seguiremos cuestionando en los populares, sean mujeres u hombres, es el trabajo y sus formas, bastante negativas las dos, por cierto.
Sólo les pediría que se aplicaran su propia medicina. Porque durante sus 19 meses de desgobierno, poco o nada hicieron por proteger a las mujeres y, desde luego, nada hicieron por las mujeres de la oposición.