La recuperación de una fiesta tan tradicional como son las de la Concepción ha sacudido a nuestro municipio con un espíritu de solidaridad, convivencia y disfrute para todos los públicos. Hablaba el otro día con Paco, el cura, y le preguntaba que por qué motivo dejaron de celebrarse. Me explicaba que con la reparación de la Iglesia, obra que costó más de un millón de euros, hubo que ingeniárselas para conseguir algo de dinero e ir pagando las cuotas de la obra. Yo la verdad es que tengo un vago recuerdo sobre aquellas obras. Recuerdo más de una vez ir a misa en el sótano acompañando a mis abuelos. Era raro entrar por detrás. Y más de una vez asomarme y jugar por la iglesia llena de andamios no sin la correspondiente (y merecida) reprimenda de mi abuelo Joaquín, 'el Cachorro', que junto a mi abuela Antonia siempre estaban colaborando con Cruz Roja y Cáritas en todo lo que podían.
Comentaba que, una vez que se alejaban temporalmente las obras, el tema de las fiestas se iba diluyendo. Los mayores, como mis abuelos, se iban haciendo muy mayores. Y además, la generación de mis padres se veía envuelta en la crianza y el trabajo. Y eso dificultaba mucho las cosas. Eso hizo que estas fiestas que generaban tanta espectación y que tanto disfrutábamos todos se fuesen perdiendo.
Cuando estábamos de trajín durante el mes de noviembre montando todo este tinglado, había nervios. Reparaciones por aquí y por allá, que si las teles para el vídeo (que tantísimo ha gustado), que si el altavoz, que si la luz, que si el agua, que si los nervios... pero por suerte todo ha salido genial. Y Alhama ha demostrado una vez más dos cosas a mi parecer muy importantes.
En primer lugar, que somos un municipio muy solidario, que colabora con las asociaciones que se dedican a los que más lo necesitan como Cáritas o con las cofradías, como ha comprobado en primera persona el equipazo de los Coloraos.
Y en segundo lugar, que somos un municipio vivo, con ganas de disfrutar, de participar y de salir a la calle, cosa que a veces se niega de los alhameños, pero nada más lejos de la realidad.
Parece que ahora hay mucho trabajo por hacer y desde aquí decir que me siento muy orgulloso de este trabajo 'heredado'. Queda mucho por trabajar para seguir dando vida a todos los barrios, recuperar festividades y hacer de Alhama de Murcia un municipio cohesionado y donde todos nos sintamos parte de nuestra comunidad.
Desde aquí también mandar varios besos 'al cielo', pero uno muy especial a Juanjo García, quien era un colaborador incansable en todo lo que hacía y que tanto se metía conmigo cuando era pequeño por un despiste que hubo en cierto periódico local. Hará ya 22 o 23 años, cuando llevaba el pelo corto y en la prensa escrita aparecía "Una niña recogiendo su plato de arroz" jajajaja.
Recuerdos que forman nuestra identidad, para eso es para lo que trabajamos. Estas fiestas hemos podido ver el resultado del esfuerzo de los concejales del equipo de Gobierno colaborando desde sus respectivas áreas para recuperar está celebración tradicional, para devolver al presente una realidad que hasta este pasado fin de semana sólo existía en nuestra memoria.
Si (
No(
